KAPITEL FJORTON

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Capítulo 14

Piero

Sabía que entrar a la casa de las Russo sería una condena a mi muerte. Chiara y Luna son las personas más especiales, el padre de las Russo les enseñó a pelear, cargar armas a todas sus hijas ya que el estaba en un negocio peligroso.

Por otro lado, aprendió las personalidades de las Russo con el tiempo que estuve con Tatiana. Chiara es una persona distraída y alegre, pero cuando la conoce tiene un carácter de mierda que te hace asustar muchas amenazas. En cuanto a Luna Russo es una mujer sin filtro, te dice como son y las dice sin importar tus sentimientos.

Escucho que alguien aclara su garganta, levanto mi vista y me encuentro con Chiara que esta con los brazos cruzados.

- ¿What? — pregunto.

— ¿Por qué lo hiciste, porque abandonó a mi hermana y herirla? — cuestiona enojada exigiendo una explicación a mi acción de hace dos años atrás, rasco mi nuca con nervios porque no se cómo explicarle.

— ¿Qué es lo que haces aquí, Piero? ¿Por qué volviste? — interroga con enojo al ver que no voy a contestar su primera pregunta.

— Tu hermana me pidió ayuda. Dije que si — respondo con sinceridad y bufa.

— Siempre mi hermana quiere ayudar a alguien ¿Le pondrá en peligro? — habla.

— No tenemos idea a lo que nos enfrentamos, Chiara — comento y ella asiente con la cabeza, se aproxima a mí, nos miramos frente a frente como la primera vez que vine a su casa.

— Si haces daño a mi hermana o le hacen daño a ella. Te mato, Piero Berlusconi, no tendré piedad — me amenaza, trago saliva, observo que ella se da la vuelta, me levanto del sofá, pero sin darme cuenta siento que me golpea mi estómago.

— Esto es por hacerla llorar y que yo tenga que escucharla todas las noches por tu culpa — dice y se va del lugar.

Carajo, tiene una mano dura. Me golpeó más fuerte.

Repongo fuerzas y me voy hacia donde están todos cuando llego a la cocina me percato que Tatiana no está ahí, frunzo mi ceño.

¿Dónde se fue?

— Se fue a verle a mamá. Necesitan tiempo a solas — expresa Chiara con un tono de tristeza.

¿Qué paso en mi ausencia, de que me he perdido?

Tatiana

— Tatiana. Mamá quiere verte — habla Luna entrando a la cocina y asiento con la cabeza. Sabía que mi madre quería hablar conmigo, no he vuelto conversar con ella desde que mi padre falleció. Me subo las escaleras con llenos de pensamientos y dudas cuando llego a la habitación toco la puerta.

— Entra, hija — es lo único que dice mi mamá y así lo hago.

— Hola mamá — saludo con un tono entrecortante al verla, me acerco a ella y le doy un abrazo, beso su frente.

— Hola mi niña. Se que te hice llamar, pero necesitaba verte — dice con los ojos llorosos.

— ¿Qué enfermedad tienes, mamá? — pregunto.

— No es una enfermedad grave, es solo gripe, saben que tus hermanas solo exageran — explica y tiene razón, Chiara y Luna pueden ser dramáticas cuando uno está enferma.

— En unos días estarás bien — prometo a mi madre quien sonríe y asiente a la vez.

— Una persona se quedará con ustedes. Se llama Abdel Douglas, era medico de mi hospital — confieso y mi madre me mira con sus ojos entrecerrados.

— ¿Por qué se quedará aquí? — cuestiona.

— Primero, porque me preocupo por ti, segundo necesita ayuda y nadie puede encontrarlo y se que este es el lugar perfecto para que nadie lo haga. Si hay peligro, se que los hombres de papá te protegerán — hablo.

— Hija, ahora son tus hombres ahora trabajan para ti tampoco tienes que exponerte mucho, Tatiana, recuerda que es peligroso ¿Qué problema tiene ese hombre por eso quieres ayudarlo? — me recuerda y asiento con la cabeza.

— ¿Qué hace Piero aquí? — cuestiona mi mamá mirándome seria.

— ¿Cómo sabes que...? — interrumpe al hacerme una seña y me doy la vuelta, bufo.

— Sal de aquí ahora — gruño entre dientes, el sale de la pieza y miro a mi mamá.

— ¿Qué tan grave es el asunto? — indaga y suspiro empiezo a contarle todo, sin salir del tema cuando termino ella no dice nada.

— Llevaras dos o tres hombres contigo de vuelta a casa, Tatiana — ordena con seriedad trato de protestar

— No hay discusión de esto. El hombre se queda con su hijo, no sabrán que están aquí, tienes mi palabra — accede, acaricia mi mejilla.

— Prométeme que te cuidarás, hija — suplica.

—Me cuidaré, mamá — prometo.

*****          

Piero es un metiche ¿No?

¿Dicen que haran daño a Tatiana?

Inesperado Corazón (#1M.M) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora