Extra 2. Los Sentimientos de Ghislaine
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Había intentado alcanzar a la señorita, a Rudeus y a Zephyr quien poco a poco se acercaba en aquel caballo. Pero no lo logré. Había sido absorbida por aquella brillante luz.
Al despertar, me encontré en la zona de conflicto. No tarde en tener que defenderme, los mercenarios no tardaron en comenzar su ataque. Me defendí, matándolos lo más rápido posible y, aumentando más la velocidad cuando vi algo caer a lo lejos desde el cielo.
Me había retrasado, lo suficiente como para haber perdido de vista aquello caído del cielo. Busque el lugar más adecuado para tener un respiro, vi lo que parecía ser una cueva a lo lejos, pero preferí el bosque, quizá podría encontrar algo de comida y tratar de encontrar una respuesta a lo que había pasado.
Al adentrarme, pude notar como en algunos árboles habían cuerpos que parecían haber caído desde lo alto del árbol. Me acerqué a revisar los cuerpo solo para encontrar en algunos de ellos un corte certero.
Estaba concentrada en lo que están haciendo hasta que mis oídos captaron el sonido de gritos y armas chocando. Comencé a correr, esperando encontrar aún algún sobreviviente de la batalla que se estaba dando, a cada zancada el olor a metal de la sangre inundó mi nariz, eso fue sorpresivo, mucha sangre derramada muy rápido, pero lo más shockeante fue ver a quien había causado tal derrame de sangre.
Zephyr, fue un alumno sobresaliente, calmado, pensativo. Nunca lo dije frente a Eris, pero creo que ella se daba cuenta de que Zephyr ya la había superado. De haber terminado nuestro entrenamiento, podría haberse convertido en alguien fuerte, como le dije alguna vez, alguien capaz de vencer a mi maestro.
Pero verlo ahora, parado por sola voluntad, con un brazo colgando, su cuenca derecha vacía, su rostro lleno de sangre y su brazo útil agitando la espada de manera desesperada por proteger a la señora Hilda quien parecía traumatizada.
Ver a mi alumno de esa forma despertó algo en mi, tal enojo, ¿Frustración? No lo sé, pero quería que todos los cadáveres ahí se pusieran de pie para masacrarlos con mis propias manos, sin embargo, lo único que pude hacer fue darle el golpe de gracia al Superd que Zephyr había logrado destazar de forma brutal.
Mi pequeño alumno no me reconoció y eso me hizo sentir...
Tuve que desarmarlo para hacer que reaccionara un poco para que pudiera sanarse, estaba perdiendo mucha sangre y apenas se mantenía en pie.
Al final lo logró, debí haberlo esperado, logró sobrevivir y caminar junto a mi y la señora Hilda de vuelta a casa.
El camino fue sencillo a comparación de lo terrible que había sido el primer día para Zephyr.
Había sido capaz de seguir el paso, también, gracias a el, la señora Hilda poco a poco comenzaba a recuperarse y yo no podía evitar sentir admiración por el. ¿Podía, verdad? Después de todo, junto a Rudeus, ambos fueron mis maestros.
La visita en las aguas termales fue algo que los tres necesitábamos. La señora Hilda se encontraba por su lado, limpiando su cuerpo, alejando las sensaciones vívidas en aquel bosque mientras yo solo veía a mi alumno quien en momentos olvidaba su falta de extremidad por lo que decidí ayudar a lavar su cuerpo.
Para ese momento, Paul ya se habría lanzado sobre mi, pero estaba muy claro que Zephyr no era como el, y yo no podía estar más feliz por eso. Después de lo ocurrido con Elinalise, Paul y yo, decidí alejarme de los hombres a menos que fueran capaces de vencerme, ese sería un mínimo requisito para acostarme con alguien. Y no entiendo porque, pero quisiera saltar esa regla auto impuesta si se trata de mi alumno.
[...]
Al llegar al campamento de refugiados, una sensación de vacío llenó mi vientre. Solo había carpas montadas en lo extenso de un árido terreno completamente seco. Fue desesperanzador, pero ver como la señora Hilda recuperaba su carácter al ver a su pueblo en crisis hizo que recuperará algo de esperanza en lo que vendría.
Zephyr, después de sanar a los heridos, se veía agotado, y no pude evitar atraerlo a mi para que descansará en mis brazos, era una sensación cálida al sentirlo junto a mi, pero no era nada parecido a otras situaciones, quizá lo más parecido fuera la descripción de Zenith sobre Paul. Debería dejar de pensar en mi alumno de esa forma. Es un niño aún, pero ya crecerá.
Seguro ahora mismo tengo una gran sonrisa en mis labios, pero está sensación es tan agradable que no puedo evitarlo.
[...]
Una parte de mi se rompió cuando lo golpeé.
Estaba molesta, frustrada, llena de decepción. Tantas emociones negativas que la única manera que encontré de sacar todo eso fue desquitarme con un niño que solo quería ayudar.
Si, se equivocó, pero debí consolarlo, decirle que no era su culpa o que aprendiera, ese era mi trabajo como su maestra, pero no pude evitarlo cuando mi salvador, quien me saco de la miseria había terminado muerto. Simplemente no pude controlar mis emociones.
Cuando recupere a mi caballo y logré seguir el rastro, lo único que pude encontrar de el, fueron las espadas de las que estaba tan orgulloso, ambas unidas por el parche que le había dado para su ojo herido.
Ese día solo fue peor, perdí al señor Sauros y a Zephyr en el mismo día, pero cuando vi sus armas abandonadas, cuando vi la espada que le regalé echa a un lado, no pude evitar llorar, como si una parte muy específica de mi hubiera sido arrancada con violencia. Abrace esa espada sin poder controlarme mientras también guardaba el parche.
Mi estómago se encontraba en un vuelco y mi pecho dolía, sabiendo que mi querido alumno ya tampoco estaba, fue como si el peso del mundo hubiera caído en mis hombros, en un solo día le falle a Eris y a Paul, en un solo día comprendí lo que sentía en verdad por Zephyr y lo mucho que me dolía que ya no estuviera a mi lado haciendo que esa calidez en mi pecho me llenara.
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Nuevo capítulo y final, si, final de este volúmen. Espero que les guste el cierre de esto.
No sé cuándo retomaré ya que debo leer la novela y así, pero ustedes solo esperen, que esto volverá jajaja.
En fin, eso, espero que les guste, nos leemos la próxima.
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Mushoku Tensei: Empezar de Cero. (Vol. 2) [Terminado]
Fiksi PenggemarLa sensación de soledad bajo cualquier circunstancia es un sentimiento horrible. Sentirte desamparado, sin nadie a tu alrededor, completamente alejado de cualquier persona y, sobretodo, que aquello que te a dejado solo haya sido completamente culpa...