25. la llamada

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SIN CORREGÍR*******************















































































NARRADOR OMNISCIENTE.

Fane no era una buena persona.

Su madre y padre habían hecho de todo, lo habían apoyado siempre, pero ninguno se explicaba como su hijo podía ser tan manipulador y egoísta, como podía hacer sufrir a las personas solo por su diversión, pero a decir verdad la mayoría de las personas se lo merecían.

En el pueblo la mayoría de los conflictos los ocasionaba el, directa o indirectamente, sus planes eran calculados de tal manera que el nunca se veía implicado.

Era como el gato de Alicia en el país de las maravillas, desaparecía cuando más le convenía, y aparecía como si nada hubiera pasado

Cómo estaba ocurriendo ahora.

Fane manipulaba a Faelynn como una muñeca en su escenario del desastre perfecto.

Solamente que este desastre dejaría más de un muerto.

Lo había planeado desde el primer día que la vio, el cual no fue cuando estaban en las terapias de Camelia, si no cuando ella estaba en la plaza del pueblo mirando la cartelera, ese cadáver andante de cabello rojo, piel blanca, que parecía haber Sido torturada por días, con piquetes rojos en sus manos que parecían sarpullido producidos por las hormigas, la reconoció en ese momento, y justo en ese momento la tacho como su próxima víctima.

Clain, ese era su compañero de andanzas, su perro que era hasta mejor actor que el, lo ayudaba a adentrarse en cualquier lugar que se le plazca.

Faelynn se volteo y miro fijamente al chico de pecas el cual tenía una sonrisa de lado mientras jugueteaba con el teléfono desechable que había comprado, ese era solo para ella.

—¿Que dices pequeño fosforito? ¿No te interesa ni un poco hablar con tu amado?— fane camino hacia Faelynn que estaba estática en su lugar, dió vueltas a su alrededor tomando uno de los mechones de su cabello —escuchar su voz... Explicarle las cosas... que todo vuelva a ser como antes, que sean los tres la pareja feliz que fueron alguna vez.

Ambos sabían que nada sería como antes.

—¿Cómo se que no me estás mintiendo?— Faelynn no se fiaba del chico, algo le decía que no era bueno

—no tendría razones para hacerlo— era cierto. No tenía razones, lo hacía porque le apetecía, eso es mucho peor — solo es una llamada, no perderás nada.

—¿Y que quieres tu a cambio?— preguntó Faelynn pero fane nego

—solo lo hago para ayudarte— susuro en su oído lentamente haciendo estremecer a Faelynn

El tendría lo que deseaba más adelante.

Faelynn lo pensó, quería hablar con Iván y Apolo, necesitaba saber cómo estaban.

Necesitaba decirles que iban a ser papás...

—bien, acepto.

Esas fueron palabras suficientes.

El chico de pecas tomo a Faelynn arrastrándola a su habitación, camelia seguía dormida, le puso seguro a la puerta y bajo las luces, pensarían que estaban durmiendo, tomo el teléfono desechable y marco el número de Iván, Apolo hubiera Sido la primera opción pero el no respondería un número desconocido, Iván estaba tan mal que ni siquiera se fijaría si era el teléfono lo que tenía en la mano.

solo de nosotros [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora