(30) Luces flotantes

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POV CARLOS
Montecarlo, Mónaco

Estábamos en mi casa, ya habíamos tomado un vuelo y le enseñé toda mi casa a Gabrielle.

-Buenos días Gabi- le muevo su cabello de sus ojos que le impide ver con claridad.

-Buenos días Carlos- me sonríe muy tiernamente.

-Ya está el desayuno listo, solo falta mi acompañante.

-¿A que hora te despertaste? No sentí que te movieras.

-Mujer tú tienes el sueño muy pesado, no tienes idea de lo qué pasa enfrente tuyo hasta que uno te mueve- se quedo callada y solo exalto sus ojos- Es broma cariño- me comencé a reír.

-No, ya no me hables, me dolió Sainz- se hacia la ofendida.

-Venga ya, vamos a desayunar.

-Deja voy al baño y bajo enseguida.

-Me parece bien- me levante y me dirigí a la cocina en lo que ella llegaba.

-Huele extremadamente bien- se sienta en una de las sillas de la isla de la cocina.

-Lo se, huele así porque yo cocine.

-Dios mío, mejor me quedo callada.

-Ay ay ay- me acercó para poder atraparla entre mis brazos y rodear su cintura.

-Hombre, ¿puedes ser más perfecto?

-Puede que si, tienes que descubrirlo tú.

-Ay ay ay- ahora ella me arremeda- Mejor hay que desayunar, ese olor abrió mi apetito.

-Venga- chocó sus labios contra los míos.

Nos sentamos en la isla y nos servimos para poder desayunar.

-Dios, está delicioso. Felicidades a mi.

-¿A ti?

-He ganando al mejor chef.

Me rio por su comentario- Pues claro.

Terminamos el desayuno y nos metimos a bañar para salir a dar un paseo.
Trataremos de disfrutar el tiempo que tenemos juntos antes de separarnos y que ella se vaya a Canadá.

-¿Podemos irnos caminando?- me pregunta.

-Amm si, ¿por qué?

-Tengo ganas de caminar y disfrutar el aire libre que pega contra mi cara.

-Pues caminando será.

Los dos salimos por la puerta y nos dirigimos al parque.
Miramos una banca y nos sentamos. Platicamos y mirábamos a los perros que pasaban por el parque.

-¿No tienes mascotas?

-No- hace una mueca triste.

-¿Y eso?

-De chica tenía una perrita, un día salimos de viaje toda la familia. Al regresar un conocido nos dijo que se había escapado y que la encontraron en la calle atropellada.
Tiempo después descubrimos que una tía mía fue quien la atropelló, pero ¿sabes que es lo peor?- comienza a soltar una risa- que cuando paso el carro por encima de ella mi tía había sentido algo y se regresó de nuevo y después lo volvió a pasar, entonces la atropello como tres veces- se ríe aún más- me rio ahora para no llorar, pero desde ahí no he vuelto a tener mascotas, solo tortugas o peces.

Siempre has sido tú | Carlos Sainz Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora