En una bonita casa lejos de la ciudad, Jung Hoseok y Min Yoongi pensaron que pasarían una agradable semana disfrutando su intimidad. Ni en sus peores pesadillas imaginaron lo que ocurriría cuando por casualidad se encuentran con un peculiar hombre e...
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Advertencias: a partir de ahora los capítulos serán fuertes y con todos los temas sensibles que se hablaron en el capítulo de "Advertencia".
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-Jimin. Mi nombre es Jimin- sin saber porque expuso su nombre, Jimin suspiro.
¿Qué mierda?
El jamás revelaba su identidad a sus víctimas, ¿Por qué hacerlo ahora? Quizás solo se trataba de un desliz.
» Ö él te gusta y quiere que grite tu nombre mientras es poseído por ti...
Una ponzoñosa voz acaricio su oído en forma de susurro, haciéndole apretar los dientes hasta casi hacerlos rechinar.
-Jimin...- repito Hoseok aquel nombre en un bajísimo murmullo, con voz temblorosa y ojos llenos de temor, brillantes por las recientes lágrimas.
Jimin comenzó a ponerse duro.
-Dilo de nuevo- ordeno.
-Jimin, por favor...
El mayor ladeo ligeramente la cabeza, haciendo crujir algunas articulaciones de la columna cervical. Su lengua empujo contra el interior de su mejilla y su mirada oscureció un tono más.
El pequeño estaba rogando, ¿Por qué? Claramente por su vida, pero a Jimin le gusto imaginar que el rubiecito rogo porque se lo cogiera.
-¿P-por qué haces esto?- Hoseok sollozo su pregunta, con la voz débil rota.
-¿Por qué? Oh, esa es una pregunta muy fácil de responder, esperaba algo mejor- la sangre continuaba emanando del muslo de Hoseok, los ojos de Jimin brillaron ante la imagen- lo hago por el simple hecho de provocar dolor, me excita mucho ¿Sabes?
Pese a las repulsivas palabras y la horrorosa intención que estas tenían, Hoseok no pudo evitar sentir algo removerse dentro suyo; una sucia lujuria, una de la que se sintió terriblemente avergonzado.
-Y al parecer a ti también...- añadió Jimin.
Los pequeños pezones de Hoseok reaccionaron casi de inmediato, se tensaron, poniéndose duros. El mayor sonrió, fijándose en el dulce acto, su hambrienta mirada devorando con descaro cada centímetro del cuerpo de su víctima.
Hoseok se sonrojo, se sintió tan apenado de ser el, de encontrarse en aquella situación y, sin embargo, permitir que su cuerpo respondiera de aquella manera, aunque claro, eso no era algo que el pudiera controlar a sus anchas.
Jimin se colocó a horcajadas sobre el cuerpo del menor. Hoseok había cometido un gran error al actuar de tal manera. Aun cuando sin importar lo que hiciera, Jimin haría lo que le placiera, el hecho de regalarle ese sonrojo y aquella involuntaria reacción, solo había encendido una desafortunada luz verde para apresurar la tragedia.
El hombre llevo el cuchillo a sus labios y saco la lengua. Mirando en todo momento bien fijo a los ojos de Hoseok, lamio la sangre que ensuciaba la filosa hoja. Enseguida escucho un sonido de satisfacción.
La sangre de Hoseok era dulce, muy dulce, incluso a Jimin le pareció que tenía un ligero y agridulce sabor a fresas, extraño ¿No?
Hoseok se horrorizo, no podía creer que aquel extraño sujeto acabara de hacer eso. Pero antes de que pudiera hacer o decir algo más, un agudo dolor lo invadió. Jimin pellizco uno de sus pezones y tiro con fuerza, haciendo al menor soltar un agudo chillido, chillido que no fue nada en comparación con el estruendoso grito que vino después.
Jimin corto de un tajo, rápido y firme, el pezón de Hoseok, arrancando cruelmente un pequeño círculo - algo deforme- de la tersa piel. Hoseok grito y lloro, consumiéndose en un intenso dolor que casi lo hace desmayarse. El mayor se llevó el trozo de piel a la boca y lo introdujo, masticando lentamente, paladeando el sabor de la carne humana. Era tierna, muy tierna, de hecho, la carne más suave que había probado alguna vez.
Hoseok se escandalizo, se azoto repetidamente contra la cama, tirando con fuerza de sus manos y haciendo repiquetear las cadenas de las esposas. Su pecho se había convertido en un lienzo abarrotado de sangre, y Jimin se vanaglorio con tal escena.
Relamió sus labios una vez hubo tragado el suculento bocado y su garganta emitió un sonido de pura satisfacción. Llevo su dedo debajo de la lastimada piel, provocando nuevos gritos en su víctima.
Hoseok se sintió mareado, terriblemente mareado, la cabeza le dio vueltas y sintió nauseas, no obstante, no volvió el estómago.
-Por favor, n-no hagas esto... p-por favor.
-Mientras más teniegues, mas quiero hacerte daño.
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