CATORCE

230 32 0
                                    

Advertencias: a partir de ahora los capítulos serán fuertes y con todos los temas sensibles que se hablaron en el capítulo de "Advertencia"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Advertencias: a partir de ahora los capítulos serán fuertes y con todos los temas sensibles que se hablaron en el capítulo de "Advertencia".

El metal de las esposas se incrustó en su piel, creando una herida no muy grave en sus muñecas -a comparación con las otras heridas que ya llevaba dibujadas en el cuerpo- no obstante, jadeo por el dolor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El metal de las esposas se incrustó en su piel, creando una herida no muy grave en sus muñecas -a comparación con las otras heridas que ya llevaba dibujadas en el cuerpo- no obstante, jadeo por el dolor.

Encolerizado y con la polla doliendo por la necesidad de liberarse, Jimin giro a Hoseok sobre la cama, haciendo crujir sus brazos, dislocando sus hombros cuando las cadenas, que lo mantenían cautivo, impidieron que pudiera ser acomodado con libertad. Sus brazos quedaron cruzados y Hoseok dejo escapar un ensordecedor grito que Jimin disfruto muchísimo.

El mayor sonrió y relamió sus labios, dejando caer un ruidoso azote en el culo de Hoseok, se acomodó sobre las piernas cerradas del menor y le separo las nalgas con la mano izquierda, mientras con la derecha acomodaba su polla contra su entrada, esta vez se introdujo en una sola estocada, haciendo llorar con más fuerza Hoseok.

-Eso es, precioso, ¡Llora! ¡Grita! Déjame saber cuánto te gusta ser follado por mí- se carcajeo rebosante de burla mientras sus caderas se deslizaban hacia un ritmo rápido y duro. Casi frenético.

La polla de su agresor golpeaba con brusquedad su próstata, haciéndolo gemir, pero Hoseok ya no sentía más que un profundo dolor en su alma. Su cuerpo reaccionaba de manera involuntaria, pero su mente ya no estaba allí.

Si, grito y lloro, balbuceo palabras que ni siquiera el ogro descifrar. Pero no importaba ya. Todo lo que alguna vez pareció tener sentido en su vida dejo de tenerlo. Cualquier valor que pudiera haber existido se escapó frente a sus narices, se esfumo dejando solo un doloroso vacío, oscuro y frio.

No importa cuánto llorara, que tan fuerte gritara, nadie iba a salvarlo.

Nadie.

Yoongi probablemente estaba muerto.

Yoongi.

Su Yoongi.

Aquel precioso hombre con el que planeaba compartir su vida, ese con el que quería formar una familia; siempre le gustaron los niños, Hoseok soñaba con una casa llena de niños corriendo por todas partes, riendo, gritando, jugando. El preparando la cena mientras esperaba que Yoongi llegara del trabaja para comer todos juntos mientras hablaban de todo un poco.

Quería que lo años crecieran felices, que hicieran sus vidas, que formaran sus propias familias, con el paso de tiempo como testigo, mirándolos envejecer juntos y algún día, muy lejano, morir juntos, en su casa. En paz. Era un sueño bastante cursi y "común" si se ponía a pensar detenidamente en ello, pero eso era lo que él quería, lo que Yoongi le había prometido.

Ahora no había nada.

Un gruñido lo saco cruelmente de sus pensamientos. Cerró los ojos y se esforzó por volver a fugarse de aquella habitación, por perderse en su mente una vez más mientras un trozo de su alma era arrancado con cada embestida.

Sintió la piel de su espalda ser cuarteada, rayada por la fría hoja del cuchillo, sintió su piel separarse en cada corte y la tibia sangre emanar. Cortes en sus hombros y brazos, luego la humedad de una caliente lengua cepillar contra las heridas, recogiendo su envenenada sangre.

Incluso su sangre sabia diferente, Jimin ya no la sintió dulce contra su paladar, sino amarga, fétida. Supo que el joven había dejado de luchar. Gruño molesto. Enterró sus manos en los rubios mechones de Hoseok y tiro, logrando arrancar un gemido de cansado dolor, fatigoso. Mordió con fuerza su hombro y luego su cuello, dejando una lamida después, las marcas de sus dientes demostrando que casi arranco la piel a mordiscos.

Jimin continuo embistiendo duramente contra Hoseok, jodiendolo aun con un enfermo y sádico placer, podía sentir la vida escapar de aquel pequeño y generoso cuerpo. Sus testículos se contrajeron, algo burbujeo con intensidad en s abdomen mientras se aferraba con brutalidad a las caderas de Hoseok, enterando os dedos en la blanda carne.

Por fin, Jimin se corrió dentro de Hoseok, llenándolo con su malévola semilla, derrumbándose sobre su débil cuerpo, el calor que emanaba el menor era exquisito, y la forma en la que lo apretaba, incluso cuando lo había follado con tanta bestialidad, era aún as delicioso.

Hoseok apenas sintió la errática respiración del agresor sobre su oído.

-M-mátame, por favor...

Entonces todo se volvió negro.

Entonces todo se volvió negro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Captive •YoonSeok / JiHope• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora