Dos hombres que demuestran que la madurez y la juventud no están peleadas. Y que la frese "para el amor no hay edad" cobra sentido.
Una cita no tan a ciegas que cambiará la vida de dos personas.
Los personajes no me pertenecen al autor Meng Xi Shi...
Yan WuShi llevó a Shen Qiao con él, su semblante claramente no era bueno, su rostro estaba mucho más pálido de lo normal. Todo el camino fue en un silencio incomodo y eso lo molestaba. Conducía sin rumbo fijo esperando que Shen Qiao se calmara un poco... estaba preocupado.
—Ah-Qiao, ¿quieres ir a casa de Qi Fengge?
—No, no quiero que se preocupe.
Já, el viejo zorro de su amigo seguro inventaría alguna excusa para no recibir a Shen Qiao, como si no temiera que su hijo favorito compartiera el mismo espacio con un hombre como él. Definitivamente Qi Fengge merecía que alguien le diera un buen golpe por ser tan retorcido ¿Por qué se empeñaba en juntarlo con Shen Qiao? No podía negar que era un chico que tenía una belleza impresionante y que cualquiera estaría feliz de estar con él... pero ese alguien no tenía que ser veinte años mayor que él. Alguien que debería estar disfrutando su juventud no debería estar con alguien que después sería una carga en su vida. Sí, para Qi Fengge no era un secreto que le gustaba un niño y por esa razón evitó volver a encontrarse con el joven. Le molestó cuando supo que Shen Qiao tenía pareja y tenía planes de boda. No tenía ni idea de cuanto había cambiado aquel chiquillo porque nunca se tomó la molestia de ver las fotografías que su amigo le enviaba. Cuando supo de su relación ¿Qué más daba con quien compartiera la cama?
Pero ahora la situación era completamente diferente ¿Qué se supone debería hacer? Lo correcto sería llevarlo con Qi Fengge quisiera o no. Sí, lo llevaría con él y se mantendría lo más alejado de Shen Qiao... eso haría.
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Mentalmente se maldecía... al final por alguna razón sin pensarlo siquiera terminaron yendo a su casa, tenía mil motivos para saber que eso era muy mala idea. Tal vez fuera instinto, pero estaba seguro que esa noche terminaría muy mal.
Shen Qiao no sabía cómo debería sentirse ¿Agraviado, tal vez? ¿Frustrado? ¿Enojado? ¿Con ganas de llorar? ¿O todo eso junto? Jamás pensó que YuAi llegaría tan lejos... pero... ¿y si no era él? nada estaba saliendo bien desde que llegó... lo único bueno fue volver a ver a Yan WuShi. Seguía siendo el hombre más atractivo al que ha conocido, nunca le habían gustado los hombres que tuvieran canas... pero ahora veía a uno que resaltaban sus facciones haciéndole irresistible a la vista.
Podía notar que Yan WuShi estaba molesto, bueno tenía a alguien indeseable en su casa... él se sentiría igual, impuso su presencia y eso no estaba bien... aunque una parte de él estaba acostumbrada al rechazo, más tratándose de ese hombre. No se sentía con el atractivo como para poder llamar la atención de alguien como Yan WuShi. La frustración en el rostro de Yan WuShi era evidente, la única causa que se le ocurría a Shen Qiao era porque no lo quería invadiendo su hogar. Recordó que su amiga Bai Rong le había regalado una tablilla de chocolate, así que lo sacó de su mochila... odiaba compartir sus preciados dulces, pero quería que Yan WuShi dejara de tener esa expresión que lo ponía un poco nervioso, jamás lo había visto molesto y eso le daba una apariencia sexy y peligrosa al mismo tiempo.
