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Habían pasado cuatro meses, en los cuales Shen Qiao no había recibido noticias de Qi Fengge, sabía que seguía molesto por haber tomado la decisión de estar con Yan WuShi. YuAi había vuelto a la ciudad e insistía en que quería verlo para arreglar las cosas ¿Qué podía arreglar? La mayor parte de su relación fue ignorado, el sexo era más forzado que de voluntad... sin mencionar las infidelidades y sus celos irrazonables que provocaron que abandonara el deporte. ¿Acaso eso tenía algún tipo de solución?

Tenía cuatro meses con Yan WuShi en su vida, y era más feliz en ese corto periodo de tiempo que los años de relación con YuAi. Yan WuShi al saber que era ingeniero en sistemas lo invitó a trabajar en una de las empresas. Al principio pensó que solo era para tenerlo vigilado, pero con el tiempo se dio cuenta que realmente le daba total libertad, hizo varios cambios cosa que a muchos no les gustó, pero era más porque las ideas no se les había ocurrido primero. Nadie sabía que él y Yan WuShi eran pareja. Lo que sí notaban era que Shen Qiao le respondía cuando no estaba de acuerdo con él, sus constantes disputas eran entretenidas ya que nadie se atrevía a llevarle la contraria al jefe.

Lo que nadie sabía era que llegando a casa Yan WuShi le hacía pagar con creces... justo como en ese momento.

Shen Qiao se encontraba boca abajo mientras sus caderas eran atraídas hacía atrás por las manos callosas que las sostenían, sintiendo como su entrada recibía la erección de Yan WuShi y su próstata golpeada salvajemente.

—Y-Ya no más.

—Una vez más lo prometo.

—Eso dijiste la vez anterior a esta.

—¿Yo dije que sería la última vez?

—Eso es trampa.

—Es culpa tuya A-Qiao, me seduces en todo momento, no puedo concentrarme porque estoy ocupado tratando de no pensar en ti... y no funciona.

—Y-Yo no hago nada.

—Ese es el asunto, no necesitas hacer nada.

Yan WuShi retomó las embestidas, no sabía que así se sentiría estar con la persona indicada, feliz, ansioso y con un deseo sexual que parecía no tener fecha de caducidad. Eran contados los días en que no hacían el amor y simplemente permanecían abrazados. Shen Qiao era una persona tan cálida y firme en sus pensamientos, no había poder humano que le hiciera estar de acuerdo con él y eso le gustaba. Odiaba a las personas que simplemente decían para complacerlo quedar bien con él. Shen Qiao no tenía miedo de decirle no y dejaba claro su punto. Shen Qiao era como aire fresco para él... era todo.

Shen Qiao no soportaba más la tortura a la que era sometido, sus caderas dolían y a pesar de recibir placer en cada penetración su entrada dolía, su pene estaba duro ansiando la liberación, pero Yan WuShi le arrebataba ese momento cada vez que se detenía para comenzar de nuevo el tormento.

—Yan Lang.

—¿Te gusta cómo te complace este esposo?

—¿Cuál esposo?

—El mismo al que estás apretando y no dejas ir A-Qiao, solo falta el papel, pero el titulo lo tienes. ¿Entonces te estoy complaciendo?

—N-No.

—¿Es así? ¿Entonces tanto te gusta mi nombre para gritarlo? Si no estamos en una relación ¿Qué somos? ¿O es que piensas que eres solo un juego para mí?

—E-Es solo que me sorprende que de verdad quieras estar con alguien que no puede darte hijos.

—A-Qiao, realmente no me importa si no los tenemos, estoy muy viejo y parecería más un abuelo que un papá

🍂🌸Yo, tu otoño. Tú... mi primavera🌸🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora