🍁Extra🍁

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Shen Qiao se encontraba sentado en el escritorio de yan WuShi mientras esa persona lo besaba apasionadamente, acariciaba dulcemente su vientre ligeramente abultado. Aún no podía creer que cuando los jóvenes aprendices de su ahora esposo organizaron esa boda sorpresa en navidad ya tenía dos meses de embarazo, la dicha de saber que llevaba un hijo del hombre que amó desde que era un adolescente era demasiada.

—A-Qiao, ¿estás en condiciones para continuar?

—Antes no hubieras preguntado. ¿Acaso no me hacías el amor aun cuando estábamos en el trabajo?

—Eso era antes de que supiéramos del embarazo, pude haberles hecho daño.

—Estamos bien, si algo estuviera mal te lo diría.

—Lo sé, nunca me ocultarías nada... aunque quisieras. Eres más sensible... aquí.

Yan WuShi acarició en círculos los duros pezones antes de apretarlos suavemente. Quienes le conocían sabían que él era un hombre que no sentía nada por nadie mucho menos le conocían alguna debilidad... excepto ahora, todos se sorprendieron cuando se dio a conocer que había contraído nupcias con quien fuera un famoso deportista, pero nadie sabía acerca del embarazo, eso era algo que solo lo sabían la familia y los amigos cercanos... ah y los empleados de Yan WuShi que estaban siempre atentos al esposo de su jefe, si podían evitar que tuviera trabajo mejor para ellos ya que el joven podía tomar siestas prolongadas, lo cual le hacía sentir culpable por los demás.

—Deje de jugar señor Yan.

—Me dices eso, pero están duros y ansiosos, tus ojos lo dicen todo... me quieres, aquí y ahora ¿Cierto?

—Tenga un poco de respeto por usted mismo.

Yan WuShi dejó salir una carcajada, una tan natural que encandilaba a Shen Qiao, le encantaba ver esos ojos siempre fríos e impenetrables con un brillo diferente cuando estaba con él.

—¿Eres feliz Yan-Lang?

—¿Qué pregunta es esa? ¿Por qué razón no debería ser feliz? Me casé con el amor de mi vida y estoy a punto de tener un hijo con él. Soy tan feliz que cuando me acuerdo de ti tengo una estúpida sonrisa en la cara que asusta a mis empleados. ¿Tú eres feliz?

—Lo soy, no sé porque no te esperé. Si no hubiera estado con Yu Ai...

—Tenías que crecer y madurar, era yo quien debió esperarte y no lo hice ¿Realmente te merezco?

—No, la verdad no lo haces. Solo estoy contigo porque eres bueno en la cama señor Yan.

Yan WuShi volvió a reír, antes de besar a su esposo de una manera dulce pero posesiva, sus manos no podían estar quietas, recorrían la espalda de Shen Qiao, su cintura, caderas, pecho y vientre. Sus caricias no fueron más haya se negaba a tomar a su esposo en un escritorio o en alguna parte de esa oficina, él merecía comodidad.

—Si el señor Yan no hará nada más ¿Podría dejar que regrese a mi trabajo?

—No. ¿Para qué?

—A veces eres tan infantil ¿No se supone que es usted un adulto? ¿Qué ejemplo está dando a Bian YanMei y a Yu ShengYan?

—¿Quién quiere ser un ejemplo para ellos? Mientras no se metan en problemas que no puedan resolver por si solos todo está en orden.

—¿Por qué no solo admites que te preocupas?

—No, no lo haré. Me niego A-Qiao, si digo eso pensarán que soy como su padre o algo así.

—Pero si técnicamente lo eres, ¿no los acogiste desde pequeños?

🍂🌸Yo, tu otoño. Tú... mi primavera🌸🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora