Se encontraba tumbado en la cama de una habitación que le había dejado Tim para dormir, mirando al techo fijamente con su cabeza apoyada sobre sus manos, pensativo, cayendo rendido poco a poco en sus pensamientos, buscando respuesta a todo lo que le rodea, lo único que hacía era concentrarse en el techo, como si entre la vieja pintura se encontrara la respuesta. No sabía como mierdas un maldito té le podía dejar así de relajado, tranquilo y adormilado, nunca se había sentido así, pensó que le habían drogado o algo así.
-Ese hombre me ha hecho brujería...- Susurró mientras cerraba los ojos lentamente- Pero... Esa mierda es genial...- Volvió a susurrar, siguió pensando, era su rutina de cada noche, había veces que ni siquiera llegaba a dormir pero la verdad es que le daba igual, hasta que el sonido de su puerta abrirse y unos pasos acercase a él, no abrió los ojos, no movió ni un músculo, le daba igual, de todas maneras ya sabía quién era, solo movió la cabeza hacía el lado de la pared.
-Mhm... En dónde dejé mi cuaderno...- Susurró Tim, haciendo el mínimo ruido posible, tratando de no "despertar" al Comandante, se escucharon más pasos entrar a la habitación, era el gato.
-Medio Día, ¿sabes sabes en dónde dejé el cuaderno de dibujo?- El gato raspó un cajón.-Gracias, lindo.- Agarró el cuaderno y acarició al gato- No sé como puedes tener más memoria que yo.- Siguió acariciandolo ahora por la parte de la espalda mientras miraba a Oswald.
-... Guardame el secreto, Medio Día.- Se sentó al borde de la cama con cuidado y volvió a acariciar la herida del soldado con delicadeza, como si pensara que así se curaría más rápido.-Parece realmente fuerte...- Siguió acariciando al hombre con curiosidad y desde las caricias del brazo, fue subiendo lentamente hasta el cuello, acariciandolo con delicadeza también, mientras que Oswald estaba más nervioso que su puta madre y no pudo evitar sonrojarse un poco, Tim no le dio importancia, solo pensaba en que tan bien hecho estaba el cuerpo del soldado comparado con el suyo.
Oswald podía sentir la mirada fija de Tim, cosa que le ponía más nervioso aún, trataba de relajarse mientras que Tim seguía subiendo sus carias hacía la mejilla de Oswald, este sentia sus mejillas calidas y su corazón latir con fuerza mientras trataba de regular su agitada respiración, Tim seguía sin darle importancia a eso...
-Buenas noches, Señor- Dijo Tim, levantándose de la cama y saliendo de la habitación, cerrando la puerta con cuidado, por supuesto. Oswald abrió los ojos.
-¿Que mierda ha sido eso?...- Se preguntó agitado poniendo una mano en su pecho notando sus fuertes latidos- Mis mejillas queman...
[***]
Tim se encontraba regando sus apreciadas y hermosas plantas, mientras disfrutaba de la agradable y amorosa brisa de la mañana, serían como las 7:00 A.M, es bastante madrugador.