_Plantas_ [Tim x Commander]

Estará bien.

Y así entre el sonido los grillos, las estrellas, y la nublada noche, el Comandante se paseaba por su campo. Todos dormían y él fue a ver que tal estaba Tim una última vez en el día de hoy. Caminó hasta una habitación la cuál no usaban para nada, solo que a veces algunos soldados se escondían ahí para fumar.

Llegó a la habitación y observó el cártel que había en la puerta, él mismo lo puso para que la gente no entre y haga el idiota.

"Sala de plantas. Solo con permiso"

-¿Tim? ¿Estás ahí?- Tocó Oswald la puerta. No obtuvo respuesta, así que se asomó desde el marco de la entrada. La habitación ya había sido ordenada, había plantas en las estanterías, en la mesa, en el suelo... en todas partes resumidamente, también había una cama, parece que Tim se pudo acoplar perfectamente.
Decidió ir a bucarle en otro lugar...¿Tal vez en las afueras?
Caminó por los pasillos, cabizbajo, pensando en lo que pasaría con aquel chico con un extraño ardor en el vientre, se entiende la metáfora, ¿no?

Caminó hasta la salida. Primero divisó el frente. Después al cielo. Por último divisó su izquierda. Tim estaba apoyado en una pared de una ruina cercana, con el Sr. Medio Día en su regazo, mirando a la infinidad de la noche.

-¿Tim? Tenías que estar en tu habitación- Habló el Comandante sentándose al lado del menor.

-Perdón, mi señor, ha sido un día extraño para mi... quería despejarme...

-No me vuelvas a desobedecer.

-No lo volveré a hacer, señor, lo lamento- Bajó la cabeza y se rascó la nuca mínimamente.

-Crees... ¿Crees que estarás bien?- Desvió su mirada hacia Sr. Medio Día.

-¿Disculpe?

-¿Crees que tu estarás bien aquí?

-Uhm... es una extraña de varías respuestas... y que la mayoría le podrían decepcionar, o aterrar- Explicó mientras se apoyaba completamente en la pared y cerraba los ojos.

-¿Qué? ¿Que quieres decir con eso?- Lo miró confundido.

-¿Qué le gustaría escuchar como respuesta?- También lo miró tranquilamente.

-......Me gustaría que me dijeras que vas a estar bien. Pero la guerra es cruel, y no tiene piedad de nuestras almas desesperadas por algo de luz, así que cualquier cosa que me respondas a eso, la tendré que aceptar- Dió un gran suspiro al final.

-Bueno, tal vez haya algún modo de encontrar luz- Dijo sereno, viendo como Sr. Medio Día se levantaba de su regazo y se adentraba en la base.

-Pff... Si, claro...

-Señor- Llamó a su Comandante para después abrazar su brazo herido suavemente- Estará bien, ya lo verá, pude cuidarme solo más de 5 años, no veo porque no pueda cuidarme ahora.

-¡AHG! ¡Eres demasiado...! Joder...- Puso una mano en su cara frustrado.

-Solo cálmese, y quédese un rato, le vendrá bien- Suspiró a la vez que se acurrucaba al lado de su jefe, todavía abrazandolo. Otra vez, Oswald, sintió como se quedaba sin aire y el pecho le apretaba exageradamente.