Viviendo la Secundaria al máximo (Traducción)

Capítulo 10: En la fiesta

Les recuerdo, como siempre que esta historia NO ES MIA!! Es una Traducción de Living High School To The Fullest escrita por SkyDancer.

Voten si les gusta el helado

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"¿Saben? Parecen las novias celosas de Brian ¿Podrian parar de una buena vez?" Nos pidió Aaron.

"¿Celoso?" Dijo Emma mirando a Aaron "Somos sus amigas. Nos preocupamos por él. Tú, por lo visto, no, sino también estarías preocupado. ¡Vamos! ¿Rachel? ¿Pidiéndole a Brian de salir esta noche? ¿No te huele raro? Apesta. Apesta como... como... ¡El campeonato mundial de huevos podridos!"

Aaron levantó sus cejas "¿El campeonato mundial de huevos podridos?"

"Lo que estamos intentando decir es que no nos huele bien." Dije.

"Mucho. Brian no es exactamente el tipo de chico con el que saldría Rachel. Si llamas 'salir' a estar con tantos deportistas como puedas. Y si solo un tercio de los rumores fuera verdad... Pero no entremos en detalles." Me encogí de hombros "¿Y por qué no se lo pidió unos días antes? Seguramente está invitada a la fiesta de Julie ¿Entonces por qué querría tener una cita con Brian esta noche? Y por qué Brian..."

"Dos sundaes de chocolate, un sundae de frutilla" dijo la camarera llegando a nuestra mesa "Que lo disfruten."

¡Ah, deliciosa porción helada de cielo!

Admiré la obra maestra frente a mis ojos. Perfección pura. Y era mia.

No hay mejor lugar que Roma para comer un sundae de chocolate, nuestra cafetería favorita, que tiene una enooorme variedad de café y postres de todas las clases. Es un lugar famoso por su helado casero y sus diseños de tortas creativos, a pesar de su nombre tan común. Después de todo, estábamos en Roma, Nueva Jersey; y hay al menos, una boutique y un paseo de compras con el mismo nombre. Realmente tendría que haber una ley contra eso. Es muy confuso si uno no especifica en qué Roma planea encontrarse con sus amigos. Aprendí eso de la peor manera, en la escuela media, cuando el papá de Emma nos dejó en la cafetería, pero Dinah, Erin y otras chicas no estaban esperando en el paseo de compras. Em y yo, sacamos provecho de la situación, ordenamos algo de helado y, desde entonces, vamos regularmente.

Y aunque no puedo ni empezar a contar cuántas veces nos hemos sentado en nuestra mesa preferida en la esquina saboreando la sensación más sabrosa de los helados de Roma, siempre es mejor de lo que recuerdo. Mucho mejor. Nunca me decepciona.

Lamí mis labios, girando mi copa 360 grados. Justo como me gusta. La cantidad perfecta de crema batida, salsa de chocolate cayendo por los lados, chispitas parejamente repartidas por la superficie y un bombón de chocolate suizo relleno de crema, coronandolo. La vida no podría ser mejor.

De repente, una cuchara cruzó la mesa y se hundió en mi perfecto postre antes de que yo pudiera hacer algo.

"Eeehhh" Me incliné hacia adelante y le dí un cachetazo a Aaron. Fuerte. "¿Por qué hiciste eso? ¡Tienes exactamente la misma cosa en frente tuyo!"

"Ya sabes lo que dicen: el helado del vecino siempre sabe mejor." Contestó riendo. Bastardo. "Aayy, vamos. No hagas pucheros. Estaban volando otra vez, no respondías, y ese es el único método efectivo para hacerte volver."