Capítulo 8: Demons

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Su piel quemaba la mía, si ya un simple roce había producido semejantes sentimientos en mi interior el hecho de que ahora nos estuviéramos permitiendo esto era aún más explosivo. Me detuve en seco. No. Esto no puede pasar, no tengo que perder el control con nadie y mucho menos ahora, repetía la frase como si fuera un mantra en mi interior. No puedo darme el lujo de hacerme ilusiones, siquiera de tenerlo tan cerca, mi cuerpo no podía tolerarlo y yo mucho menos. Esto está mal, muy mal pensé.

Me levante del sillón para subir a la pieza que me había preparado. No escuche nada además de su respiración agitada, por suerte no iba a detenerme.

Aún era temprano cuando me desperté. Me vestí rápidamente, acomode la cama y la ropa que había usado para dormir hasta que de pronto me detuve. ¿Por qué corro? Me pregunte, nadie me está impidiendo nada. Sin previo aviso una hilera de pensamientos y sentimientos se introdujeron en mi cabeza, no tiene nada de mala que me quede al menos por unas horas más. Papá siempre me advertía, "Todos se merecen una oportunidad, hasta los monstruos pueden ser perdonados". Diablos. Voy a parar todo esto de una vez por todas.

Punto de vista Noah

Un rayo de luz ilumino mi cara, me desperté tranquilo, había dormido muy bien a pesar de todo lo que había pasado en toda la semana. De pronto, como si mi cabeza hiciera un clic, recordé. Luz estaba durmiendo en la habitación de arriba. Como si hubiera revivido me vestí tan rápido como pude y salí directamente hacia el dormitorio. Al abrir la puerta sentí correr por todo mi cuerpo la desolación, estaba todo en perfecto estado, nada fuera de su lugar. Se había ido.

Debería haberlo supuesto, conozco un poco más que el resto su personalidad y jamás tendría que haberme ilusionado de esa forma, ella después de todo, siempre se maneja a su antojo sin medir las reacciones o sentimientos del resto.

Mientras bajaba sin ganas las escaleras con la intención de dirigirme hacia la cocina, extrañamente, mis fosas nasales reconocieron la mezcla de variados olores: huevo frito, el beicon asándose en la sartén, incluso aún quedaba en deje de olor cítrico que solía expeler la naranja recién exprimida. Me frene en seco, alguien tarareaba una canción muy vieja, una canción de rock por lo tanto mi mente comenzó a divagar. No podía ser mi madre, ella jamás se atrevería siquiera a entrar a mi lugar sagrado, su reacción suele ser similar a cuando un cura le echa agua bendita a un demonio y no exagero.

Al abrir las puertas de la cocina lentamente, pude ver la espalda de ella, su piel blanca y tersa como el mármol atrapo toda mi atención pero más allá de eso, las cicatrices que parecían estar desperdigadas por ella. Mi cuerpo se tensó de pronto, en ese mismo momento sentí una fuerte atracción hacia ella, de abrasarla, besarla, de no soltarla nunca más por el resto de nuestros días. Por dios, sé que a veces puedo ser cursi pero quiero que ella forme parte de mí, si, de mi ser, pero me contuve. Sabía que si me acercaba y la besaba en la forma que yo ansiaba me iba a dar una buena patada en el trasero. Asique, trate de hacerme el indiferente como ella suele hacer. Me senté cómodamente mientras esperaba que ella iniciara la conversación, mientras veía lo hermosa que era en esos momentos.

Punto de vista Luz

Sentí una presencia, supe de inmediato que me había buscado arriba, por lo tanto me percate de sus variadas reacciones. Simplemente estaba cocinando algo porque estaba muriendo de hambre y el también, ya que le crujían las tripas.

-Espero que te guste- Dije neutral.

-Claro que si- Dijo de inmediato, imitando mi tono.

Últimamente el nerdsito estaba actuando diferente, digo Noah, aunque eso fuera mejor desde mi perspectiva no parecía ser el mismo que antes con sus movimientos torpes y sin sentido. Lo notaba más atento e incluso calculador. Trate de meterme en su mente pero una y otra vez chocaba con una pared que me impedía avanzar, tiene que haber una explicación para esto.

Despeje mis pensamientos para centrarme en la comida, esto ya está. Una vez que serví todo, me dispuse a comer. Pero supe muy bien que no iba a ser un desayuno calmado.

-¿Por qué te quedaste?- Dijo seco.

Oculte mi sorpresa, pensé que él quería que me quedara pero por lo visto está muy confundido consigo mismo. Puedo notar símbolos de contrariedad en su cara. Sonreí.

-Porque quise- Respondí con arrogancia.

-Me gusta cuando sonreís- Clavo sus ojos en mí.

-A mí me gusta cuando te pateo el trasero- Hizo una mueca que al instante desapareció.

-Y a mí me gustas vos Luz- Dijo mientras tragaba en beicon como si nada.

Me atore con el jugo de naranja, no puede ser cierto, maldita sea Noah. ¿Cursilerías como estas me tengo que aguantar de alguien así? Por supuesto que no.

Punto de vista Noah

Su mirada anunciaba problemas pero en este punto era imposible temerle, su maldad, su maldita maldad se volvió adictiva para mí, quería besarla y decirle todo lo que corría por mi mente sin que pudiera siquiera controlarme, aun así es imposible ya que ella parece no poder amar a nada ni a nadie. Lo sé, note su frio corazón latir cerca mío.

Acerque mi mano a la suya en un segundo y...

Flashback

-Los demonios van a consumirnos, las puertas están abiertas-

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