-Derek... volviste- sonreí y corrí a abrazarlo- ¿Qué haces aquí?
-Se me hizo raro que no me hallas llamado así que vine a ver que ocurría- toco mi cabeza y me queje. Miro su mano que tenía un poco de sangre- Eres un desastre sin mi ¿Por qué tienes tantas heridas?- miro mis brazos.
-Larga historia, debo tomarme puntos en la cabeza y será doloroso ¿me ayudas?- el asintió confundido.
-Oh genial, otra vez el lobito- miramos a Damon que estaba sentado en la banca que anteriormente me encontraba. Derek se tensó.
-¿Qué hace un vampiro aquí?- lo fulminó con la mirada.
-No peleen por favor, ya es demasiado por hoy para tener una pelea entre seres sobrenaturales- rodee los ojos.
-No me molestaría una pelea- se acercó Damon.
-¿Se te olvida que la mordida de un hombre lobo mata a un vampiro?- lo detuve, el bufó y Derek lo miró triunfante.
-Tienes suerte lobito.
-No me llames así, fenómeno chupa sangre- lo miró serio Derek.
Y volvieron a empezar.
Suspiré.
-¿Fenómeno? Yo me mantengo joven y sexy toda la eternidad y a ti solo te salen pelos y garras. Creo que tú eres el fenómeno aquí- contraatacó Damon.
-Ya me estas cansando- Derek apretó sus puños y le comenzaron a salir garras. Tomé su mano tratando de tranquilizarlo, lo que funcionó un poco.
-Mejor vamos a mi habitación- sugerí.
-Oh ¿Quieres un trio? Porque créeme si es contigo estaría dispuesto a...- lo interrumpí.
-No Damon, no vamos a tener sexo...Estúpido pervertido- murmure lo último.
-Te escuché- mencionó.
-Tú siempre escuchas- arrastre a Derek a mi habitación seguidos de Damon.
¿Un vampiro y un hombre lobo encerrados en una habitación? Esto creo que no será una buena idea pero los mantendré controlados.
-A ver- me senté en mi cama y los miré- Damon ¿me darías de tu sangre para curarme?
-¿Desde cuándo me convertí en tu banco andante de sangre vampírica abierto las 24 horas del día?- dijo irónico.
-Desde que estas aquí- me limite a decir.
-¿Por qué debería hacerlo?- volvió a preguntar.
-¿Lo quieres por las buenas o por las malas? Porque fácilmente puedo obligarte y luego matarte pero conservando gran parte de tu sangre en un contenedor. Así que niégate y muere- dije con una sonrisa gentil.
-En ese caso, acepto- se acercó e iba a morderse la muñeca.
-No te preocupes, yo tengo mis propios colmillos- dije con una voz extraña inconscientemente, ellos me miraron raro y negué con la cabeza- digo... apresúrate- el prosiguió y tome un poco de su sangre haciendo que la herida en mi cabeza se curara al igual que las de mis brazos.
Derek limpio delicadamente con un pañuelo la sangre que tenía en mi cuerpo y luego salimos al balcón donde le conté todo lo que había sucedido.
Lo último que recuerdo es haberme quedado dormida en su regazo.
~~Horas despues~~
Lo primero que sentí en la mañana después de las pocas horas que dormí fue un rico aroma... demasiado familiar y delicioso.
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El retorno [ADUS #2]
FantasySegunda parte de Aventura de una sirena (Solo podrás entenderlo si lees el primer libro)