Twelve

847 52 6
                                    

La semana pasó tan lentamente que mis ojos y dedos estaban tan cansados de teclear y mirar por una pantalla, siempre que había un nuevo caso el papeleo e investigación del inicio era lo más pesado.

Podía notar las miradas de los demás a cada paso que daba, Donna me había hecho el comentario de que me sentía más tensa e incluso me pasó una queja sobre alguien a quien había tratado mal.

Estaba confundida y con mil emociones, se podía decir que la gente que me rodeaba se tenía que tragar mi mal humor de cada día.

Y otras tantas miradas por la calle debido a los conjuntos nuevos ceñidos que resaltaban las curvas de mi cuerpo, las odiaba y era un gesto asqueroso, pero dentro de mi el orgullo crecía algo estaba haciendo bien.

El viernes antes de la siguiente fiesta, me reuní con nuestro cliente para entregarle la investigación, Harvey trato de mil maneras de hablarme más allá del caso, pero no logró nada.

El cliente quedó satisfecho con lo que habíamos hecho y establecimos fecha del juicio para dos semanas más tarde, nos despedimos y a la salida le entregue por fin las llaves de su coche a Harvey.

—Se me ha acabado casi la gasolina, probablemente puedas llegar a tu casa, no sé y no me importa. Nos vemos mañana— me despedí dando la vuelta y por primera vez no hubo respuesta suya

Fruncí el ceño, me subí al taxi para mi casa y me dediqué a descansar para la fiesta del día siguiente.

.......

El vestido floreado en tonos nude con una pequeña falda, decoraba mi cuerpo, me sentía como una princesa y estaba contenta de poder asistir a una de las fiestas más importantes para los abogados en Nueva York.

La joyería dorada, al igual que los diamantes, brillaban con el paso de la luz, deslumbrando la vista de aquellos que se atrevían a mirarme.

Mi taxi paso por mi, al llegar al gran edificio me estremecí de lo impactante y glamoroso que se veía todo.

Recibieron a la gente con champán, mis ojos brillaban, estaba emocionada.

Y todo se me calló cuando le vi llegar, de su brazo estaba Donna, ambos se veían muy elegantes, pero Harvey se veía estúpidamente guapo con el esmoquin negro.

Me mordí el labio solo de pensar en todo lo que podría pasar, pero seguía enojada con él, así que decidí alejarme de ahí y saludar a algunos amigos.

Mientras la pasaba muy bien, no podía evitar mirar alrededor mío para ver si él estaba por ahí, mi ser estaba comenzando a ceder en que necesitaba estar junto de Harvey

Fui al baño a refrescarme un poco, estaba comenzando a subir el alcohol a mi cabeza.

•Nota: escuchar la canción a partir de aquí

Al salir a la terraza le vi ahí, parado viendo a la ciudad con su vaso en la mano.

Al intentar salir de ahí, mis tacones se atoraron con un escalón haciéndome caer.

—Hey, estás bien?— su mano se posó en mi espalda, me ayudó a levantarme

Mi cuerpo se pegó al suyo, estábamos a centímetros uno del otro, nuestras respiraciones chocaban.

Law issuesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora