La agrupación surcoreana conocida como The Boyz está compuesta, en su mayoría, por Alfas, unos cuantos Omegas y un Beta.
Pero luego de varias extrañas situaciones, comienzan a sospechar de cierto Beta, o más bien, de su identidad.
• アルファではありません •
••...
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ㅡ¡Levántate!
Gritó una aguda voz justo en su oido, sobresaltandolo.
ㅡNabi-ah...ㅡ gruñó hundiendo la cabeza en la almohada, pero un par de manos comenzaron a jalar su manta hasta quitarsela.
ㅡMamá dijo que saldríamos a pasear, vamos~ ㅡ. Gimoteó aquella dulce vocesita y pronto sintió un peso en su espalda. ㅡTío... por favor...
Ji murmuró algo entre dientes que sonó mucho a dios llévame contigo, antes de levantarse tomándo asiento en la cama, subiendo una mano hacia su rostro. ㅡ¿Qué hora és?
Sintió el movimiento que su sobrina hizo al moverse sobre la cama. ㅡLas siete.
Changmin abrió los ojos, mirando a la niña frunciendo el ceño. ㅡ¿de la tarde? Ella asintió y el alfa suspiró, soltando un gruñido bajito. ㅡ¿Cuánto dormí?
ㅡSegún la abuela todo el día, mami pensó que ya te habías muertoㅡ dijo la jovencita robándole una risa a Min.
ㅡNoona es increible...ㅡ murmuró, moviendose hacia el borde de la cama, tomando asiento para levantarse lentamente.
ㅡTíoㅡ Changmin volteó hacia su sobrina, quien sonrió con picardía antes de colgarse de sus hombros, abrazandolo con brazos y piernas, obligandolo a sostenerla.
ㅡNabi-yah... ya no éres una bebéㅡ se quejó el alfa aunque sin borrar la sonrisa tonta de su rostro.
ㅡLa tía nunca se queja...
Changmin chasqueó la lengua, sacudiendo un poco a la niña acomodándola mejor entre sus brazos.
ㅡYa, ya... ve con tu mamá, me iré a cambiar para salír, ¿está bien?
Nabi estiró el cuello mirandolo con una sonrisa emocionada y asintió múltiples veces, sacudiendo sus piernas para que Changmin la bajara y una vez estuvo en el suelo se paró sobre las puntas de sus pies para besar la mejilla del alfa.
ㅡMami y yo esperaremos en la sala ¡ponte algo bonito y apresurate!
Dijo corriendo hacia la puerta saliendo y cerranola detrás suyo, dejandolo solo, Ji suspiró sonriendo aún sintiendo el aróma a canela dulce que Nabi había dejado en su cuarto. A pesar de su edad, la jovencita ya tenía un aróma.
ㅡAlfa chillonaㅡ murmuró tomando su playera de los bordes para jalarla sobre su cabeza y quitársela, dejandola sobre la cama, haciendo lo mismo con sus pantalones. Tardando casi nada en tomar más ropa de su armario, una playera blanca, pantalones cortos de jean.
Se vistió rápidamente y como no pensaba peinarse, solo acomodó su cabello hacia atrás y se puso una gorra roja, además de un par de collares para darle un toque de brillo a su apariencia, siendo uno de ellos es que Juyeon le regaló para su cumpleaños. Y antes de salir de su cuarto se perfumó un poco con una colonia que su madre oméga le obsequió unos días atrás y tomó su móvil y billetera.
