La agrupación surcoreana conocida como The Boyz está compuesta, en su mayoría, por Alfas, unos cuantos Omegas y un Beta.
Pero luego de varias extrañas situaciones, comienzan a sospechar de cierto Beta, o más bien, de su identidad.
• アルファではありません •
••...
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Copa tras copa, trago tras trago, Chanhee ya había perdido la noción del tiempo y el espacio. Un hombre desconocido, claramente mayor que él y un alfa lo había arrastrado hacia el baño del club. Atrapándolo contra la fría pared de azulejos.
Un par de manos enormes recorrían su cuerpo mientras sus labios eran besados de manera descuidada y dolorosa. Podía saborear su propia sangre en su lengua, además del vino que él mismo había consumido. Todo su cuerpo le pedía que se fuera, sus instintos rogaban por írse, que escapára. Pero Chanhee no podía moverse, parecía haberse quedado congelado.
Ese estúpido alfa estaba intentando doblegarlo ante él utilizando su aróma, asqueroso y fuerte a whiskey. ㅡHuéles deliciosoㅡ, la voz áspera del hombre ese le daba escalofríos.
Sus manos bajaron hasta la cadera de Chanhee y empujó contra su cuerpo, rozando su dura erección contra su entrepierna. Gruñendo guturalmente. ㅡTan precioso para mí...
El pecho de Chanhee comenzó a arder. Las manos del alfa subieron, metiendose bajo su ropa, sus labios bajaron a su cuello repartiendo besos húmedos y mordidas. Chanhee cerró los ojos ignorando aquella voz pidiéndole que escapara, estiró su cuello hacia un costado, buscando más de aquella sensación. ㅡDébes hacer esto seguido...ㅡ de nuevo aquella voz. ㅡ¿Te gusta follar en los baños?
Chanhee lo ignoró. Aquellas manos apretaron con fuerza su cintura, robándole un pequeño quejido. ㅡ¿Te gusta?
Las mordidas bajaron hasta la base de su cuello.
No. Chanhee, no.
ㅡApuesto a que te gustaría ser marcadoㅡ sus ojos se abrieron ampliamente al sentír el roce afilado de unos colmillos en su piel y no pudo resistírse más, poso sus manos en el pecho del hombre y lo empujó con todas sus fuerzas lanzándolo al piso de espaldas.
El tipo lo miró con ira y enojo, sus ojos carmesí brillaban como faróles en el cuarto ténuemente iluminado. ㅡ¿Qué mierda háces?
ㅡVéteㅡ. Chanhee respiraba agitado, estaba a punto de perder el control. El alfa se puso de pie, había una distancia considerable entre ambos pero aún así el repugnante olor a whiskey y pimienta llegaba a la nariz del jóven. Le causaba repudio. Bajó la mirada al suelo apretándo la mandíbula con fuerza, las encías le picaban. ㅡTe he dícho que te váyas. Ahoraㅡ su voz era ronca. Ajena.
El tipo gruñó guturalmente y se acercó. ㅡ¿Quién te crées que éres para-
Chanhee gruñó levantándo la mirada, ese alfa quedó mudo ante tal escena. Ante aquellos brillantes ojos púrpura que lo miraban con desprecio. ㅡsal de aquíㅡ repitió Chan, estaba luchando contra si mismo.
ㅡNo éres quien para-¡ugh!ㅡ el alfa cubrió su naríz, frunciendo el ceño y retrocediendo. Choi exhaló, dandose por vencido. ㅡFuera, ahora.
Su voz, autoritaria y fuerte, forzó al alfa a salir corriendo con la cola entre las patas. Escapando de aquel amargo y nauseabundo aróma que emanaba del pelinegro. Al estar solo corrió hacia un cubílo, cayendo de rodillas en el frío suelo frente al retrete, vomitando todo lo que había consumido. Alcohol.
