Casarme, aquella palabra que jamás pensé escuchar. Un chico que ha estado soltero desde que nació, que lo único que sabe de amor es gracias a películas, series, animes y libros, que detesta socializar con su propia familia, quien imaginaria que un ser así sería el primero de la familia en contraer matrimonio.
—Joven me está escuchando —volví a salir de mis pensamientos al escuchar al sacerdote. En serio, no entiendo porque mi vida dio un giro tan inesperado.
—Perdón, volví a perderme en mi imaginación —respondí sintiendo como la gente empezaba a murmurar detrás de mí.
Volteé disimuladamente para ver a Egipto el cual estaba más que enojado ante mi demora. Podría simplemente haber huido a Hawái cuando pude en vez de haber recorrido por 5 horas una tienda en busca de un vestido, que mal que es tarde para retroceder.
—Está bien, díganos si acepta al joven Egipto como su futuro esposo —repitió
Si huyo de aquí la prensa me perseguirá eternamente buscando una respuesta que ni yo mismo sabría responder, a parte siento que si hago eso voy a ocasionar algo de lo cual me voy a arrepentir.
—A-acepto —susurre derrotado al no encontrar salida.
—Desde hoy los declaro oficialmente marido y marido, puede besar al novio —dijo para finalizar.
La gente se levantó gritando de alegría, Egipto suspiro aliviado, mi familia detenía a un enojado España y Argentina, mientras yo solo sentía una profunda tristeza y amargura, tristeza por el final de mi soltería y enojo por no comprender porque el matrimonio era la única alternativa.
—Ahora somos esposos ante la ley —susurre frustrado al no ver una pizca de emoción en su cara, ya veo porque todos le dicen ser sin corazón.
—Lo sé —respondió acercando su cara a la mía—. No te preocupes, no eres el único molesto aquí, solo recuerda que fingiremos unos meses y después nos separemos para jamás volver a vernos, —beso mi cachete al finalizar.
—¡¡Aléjate de mi hermano sorete de mierda!! —me sobresalte al escuchar la voz furiosa de mi hermano, me concentre tanto en lo cerca que estaba que el mundo desapareció por un instante.
—Tranquilízate Arge, recuerda que ahora son esposos y este tipo de cosas son normales —dijo Perú tranquilizándolo inmediatamente. Me sorprende a veces el gran lazo de amistad que tienen, unas cuantas caricias y tranquiliza al otro instantáneamente.
Mire durante unos segundos la linda escena de Perú y Argentina. Uno de mis pasatiempos favoritos es ver escenas de los protagonistas mientras como pororós, lamentablemente ahora ya no soy un extra.
—Vámonos —reaccione al sentir como Egipto ponía mi mano en su antebrazo para caminar a la salida.
Caminamos en silencio hasta el auto con los gritos de alegría de fondo con una lluvia de arroz y rosas color blanco y rojo como un detalle extra, se veía mágico y hermoso, pero a la vez era un recordatorio que me decía que de ahora en adelante mi vida no sería igual.
Al entrar al auto todo se silenció de golpe, el hermoso ambiente se volvió frio lo cual me ocasiono un escalofrió, no creo poder vivir durante un mes bajo un mismo techo.
—Puedo hacerte una pregunta —hable después de un largo e incómodo silencio. Me sorprende ser el primero en socializar, normalmente es al revés.
—Dime.
—Suenas tan amable —susurre irónicamente—. ¿Por qué nos casamos?
Me miro confundido durante unos segundos, para después sonreírme burlonamente.
—En serio preguntas eso después de habernos casado.
—Si, ¿Algún problema?
—No, solo que es sorprendente que te cases con alguien que recién conoces sin saber las consecuencias —respondió mirando por la ventana del auto tintado. No creo ser el único idiota aquí, literalmente acaba de casarse con un extraño.
—Solo respóndeme, si voy a terminar degollado debajo de un puente quisiera saber el porqué de mi muerte —dije sarcástico. No lo conozco así que puede que en verdad termine degollado en un rio.
—No soy tan idiota como crees, sabía perfectamente que si rompía el papel todo hubiera acabado en un instante — manifestó. Mi confusión y tristeza desaparecieron de golpe.
—¡¡Pude haberme ahorrado llevar un vestido y una terrible ansiedad si hubieras roto esa maldita hoja!! —reclame lanzándome encima de el para agarrarlo del cuello de la camisa—. ¡¡Dime porque no lo hiciste!!
Justo cuando iba a responder la voz del chofer nos hizo darnos cuenta que no estábamos solos.
—Mis señores no se si la opinión de su humilde chofer les sirva, pero no prefieren hacerlo en una cama que sería mucho más cómoda que un asiento de auto —expreso sin quitar su mirada de la pista. Mi cara se puso roja al darse cuenta de lo que pensaba el señor, pero aun así no cambie mi posición, quería respuestas y las iba obtener sin importar que.
—D-dime porque no rompiste el con-contrato —comente avergonzado al escuchar suspirar al señor.
—No sería más cómodo si te quit-
—¡¡Solo responde de una maldita vez!! —grite avergonzado. Es la primera vez en mi vida que me veo envuelto en una escena tan vergonzosa.
—Pe-per-
—¡¡Responde!!
—Mi mamá, fue por mi mamá —respondió con amargura.
Los protagonistas se enfrentan a diversas cosas, desamores, tragedias, muertes, derrotas, traiciones, engaños, pero el peor de todos es la suegra.
Ese día fue cuando me di cuenta que mi desafío más grande como protagonista, no seria el matrimonio... sino la horrorosa y pesada de mi "suegra".
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Me Volví un Protagonista (ParaguayxEgipto)
FanficParaguay vivía feliz como un extra, pero todo cambio cuando aparecio un papel con más de 200 años de antigüedad, y un compromiso del cual jamás oyó hablar.