Capítulo 1: Luz Verde

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"¡Levántate ya! ¡Tienes una temporada que comenzar!" El hombre había llegado a la casa de la piloto dando gritos y portazos por todo el lugar sin importarle si la chica estaba de buen humor o siquiera saber si estaba despierta.

"Me niego por completo a seguir corriendo" respondió la menor con un gruñido sin destaparse.

"Onyx Hyusein, levántate en este momento antes de que te saque yo mismo a patadas" amenazó el mayor al tiempo que se cruzaba de brazos. "No peleé por años para que ahora no quieras salir a correr como Dios; o en lo que quieras creer, te da a entender. Así que muévete" la pelinegra bufó antes de lanzarle una de sus almohadas al intruso. "Se acabó mi paciencia" masculló antes de jalar por los pies a Onyx y posteriormente envolverla en las cobijas para por fin cargarla sobre uno de sus hombros y así no pudiera escapar.

"¡Marck! ¡Bájame!" Exclamó con claro enojo pero sus palabras no fueron escuchadas.

"Nos vamos" el hombre comenzó a caminar con la piloto; sobre su hombro, maldiciendo y haciendo un gran berrinche para que la dejara en paz, llegó hasta la puerta y la abrió; afuera ya los esperaba un Mercedes-Benz AMG Vision Gran Turismo de color negro mate. "Te dije anoche que si no estabas lista te llevaría así estuvieras en ropa interior, agotas mi paciencia niña" Marck cerró la puerta del auto antes de meterse por la puerta del piloto y arrancar por fin.

"No puedes obligarme a correr" dijo con recelo al tiempo que miraba la ventana.

"Tal vez yo no, pero Toto sí que puede" ante la mención del nombre la menor miró al conductor con los ojos bien abiertos.

"No le dijiste..." afirmó en una especie de susurro y jadeo.

"¡Por supuesto que me dijo! ¡Onyx Hyusein! ¡Te quiero mañana en las prácticas o me conocerás enojado!" La voz del mencionado se escuchó en los altavoces del auto y pronto la pelinegra se dio cuenta que estaban en una llamada telefónica; ante la amenaza del director ejecutivo no le quedó de otra más que suspirar y responder por el altavoz que estaba bien para después colgar.

"Te odio" masculló hacia Marck antes de mirar por la ventana como si hubiera algo más interesante que carretera y cosas verdes.

"Algún día me lo vas a agradecer" el hombre sonrió sin quitar sus ojos del camino. Pasaron cerca de dos horas en las cuales ambos se mantuvieron en silencio absoluto. "Siento lo que pasó..." Marck rompió el silencio después de unas horas.

"No empieces" la menor rodó los ojos sin siquiera mirarlo.

"Sabes perfectamente que no fue tu culpa; en dado caso fue de la escudería, Prema Racing debió tomar las medidas necesarias para que la llanta no se reventara" el recuerdo de aquel horrible día la azotó con fuerza.

"¿Quién fue la que chocó al final? ¿Quién no pudo controlar el auto? Ese choque pude haberlo evitado".

"Onyx, eso no habría podido pasar, todos están de acuerdo que tú no tuviste la culpa de nada; el video se ha analizado incontables veces y todas arrojan lo mismo".

"¿Y arrojan también el cargo que conciencia que tengo ahora?".

"No, pero eso no significa que debas abandonar el deporte que tanto amas y en el que eres extremadamente buena; ve a Grosjean, después de su accidente aún sigue corriendo como si nada hubiera pasado".

"Pero él está vivo y sólo decidió irse de Fórmula 1, yo por otro lado...".

"Lograste entrar a Fórmula 1 y estoy seguro que lograrás ganar el campeonato".

"En tus sueños lograré hacer eso" Onyx suspiró ruidosamente antes de darse cuenta que habían llegado al aeropuerto. "Estás loco si crees que voy a tomar un vuelo luciendo así" bajó las sábanas y cobijas que aún tenía encima revelando su pijama.

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