Capítulo 4: Recuerda

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"Es tu familia, qué lindo. ¿Ellos también viven en Bulgaria contigo?" Charles miró las fotos con atención y curiosidad.

"No...".

"¿Vives sola?" La interrumpió.

"No... ellos... ya no están vivos" lo último hizo que el mayor dejara caer su mandíbula casi al suelo.

"Dios, lo siento, no lo sabía; en verdad perdóname por abrir la boca, no quise incomodarte ni nada de eso" entró en pánico al ver la ligera expresión de tristeza y nostalgia en la chica.

"No lo sabías, no pasa nada" Onyx suspiró antes de continuar. "Mi padre... fue asesinado cuando alguien intentaba robarle sus cosas en la calle; tenía... unos 15 años. Luego mi madre enfermó y era tan severo que tuve que tomar la decisión de desconectarla para que ya no sufriera..." se le quebró levemente la voz al recordar todo aquello.

"Y... ¿tu hermano?" Esto último lo preguntó temeroso.

"Él..." pausó antes de soltar lo que iba a decir. "Murió de hipotermia cuando tenía diez años; él tenia trece... por eso llevo ese número en mi monoplaza" explicó la pelinegra intentando retener el llanto.

"Mi padre también murió" Charles se había sentido culpable de que la menor tuviera que contarle sobre algo tan personal. "Se fue cuando yo tenia 19... él, fue el que me introdujo a este mundo y hasta la fecha lo extraño mucho" el monegasco tomó inconscientemente las manos contrarias entre las suyas. "Siento haberte preguntado sobre tu familia; debe ser doloroso para tí recordar todo eso y... ciertamente no te conozco pero, puedo decir con certeza que eres una persona muy fuerte; capaz de superar cualquier cosa" las palabras del mayor hicieron que Onyx tragara con dificultad al tiempo que intentaba retener las lágrimas.

"Gracias" susurró antes de dejar que una lágrima cayera por su mejilla, afortunadamente se encontraban en completa oscuridad y esto no pudo ser notado por el contrario. "Deberíamos ir a dormir ya, mañana nos espera un día bastante agitado" apremió la búlgara con una risa leve.

"Tienes razón" Charles se levantó de la cama. "¿Nos vemos en la mañana para desayunar?" Inquirió con cierta timidez.

"Claro" Onyx aceptó imitando la acción pasada.

"Le diré a los demás; descansa" el monegasco se acercó al rostro contrario y se despidió besando ambas mejillas como estaba acostumbrado a hacer antes de moverse hacia la puerta; la cual no pudo abrir y en vez se estrelló contra ella, delatando su torpeza y nerviosismo.

"Te ayudo" la menor se acercó y tomó el picaporte al mismo tiempo que el chico; ambos alejaron sus manos antes de reír tontamente. "Nos vemos mañana" se despidió en cuanto la puerta estuvo abierta.

"Hasta mañana" el castaño salió de la habitación y se dirigió a la suya hasta que la abrió; todo bajo la atenta mirada de Onyx.

Cuando ambos estuvieron dentro de sus habitaciones el hotel se quedó en un silencio sepulcral; eran cerca de las 2 de la mañana lo que hacía que la mayoría ya estuviera en sus cuartos o ya estuvieran dormidos. La pelinegra cepilló sus dientes y sin más escalas se tumbó en la cama y se quedó dormida de inmediato.

A la mañana siguiente el celular marcaba las 4 am y no paraba de sonar como loco, esto eventualmente despertó a la piloto.

"No es posible" murmuró al ver la hora que era, sin embargo, salió a regañadientes de la cama y se metió al baño para darse una ducha fría. Después de eso salió ya vestida para el típico recorrido del circuito y bajó en el ascensor al restaurante. Cuando llegó se chocó contra la espalda de alguien por ir aún adormilada.

"Lo siento no te..." se quedó callada cuando levantó la mirada y se dio cuenta de quién era.

"No te preocupes, creo que todos estamos igual" Charles se giró al reconocer la voz de Onyx y le sonrió cálidamente. "¿Dormiste bien?" Preguntó al mismo tiempo que retiraba un mechón rebelde del rostro ajeno y lo colocaba detrás de la oreja.

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