Harry Potter el retorno del Rey

Clanes.

La mañana parecía ser tan normal como en los últimos años en una casa del conjunto residencial de Privet Drive, el cartero pasó temprano entregado cartas para cada una de las casas, los gatos de la Señora Figg regresaban de sus paseos nocturnos, y los residentes se despertaban y se preparaban para un nuevo día de labores.

Pero en una de las casas las cosas no estaban siendo tan normales como antaño, por varias razones, las cuales, según los residentes, tenían que ver con el fenómeno que recientemente se marchó.

Al día siguiente de que el mocoso se marchará, el trío se levantó con varios dolores, principalmente por haber dormido en el suelo de su casa.

Pero también porque de algún modo sentían que algo... cambió, como si su casa... ya no se sintiera como su casa, como si no fueran bienvenidos en ese lugar o era un sitio donde no se sentía a gusto.

No le prestaron mayor atención y continuaron con sus cosas como comúnmente hacían, ni siquiera le prestaron mucha atención a lo que les dijo el fenómeno cuando se marchó, para ellos ese otro mundo no existía, así que ¿por qué tendrían que preocuparse por algo que sucedía allí?

Se prepararon para su día rápidamente y ni siquiera se dieron cuenta que las cosas estaban cambiando para ellos, incluso en su barrio.

Generalmente cuando Vernon salía para el trabajo, varios de sus vecinos los saludaban con respeto, una pequeña pero clara muestra de que eran la familia más adinerada y con mejor posición social en el barrio.

Esa mañana no fue igual, ninguno de sus vecinos los regresó a ver en lo más mínimo, y los que les dieron miradas efímeras, solo mostraban desprecio.

Por supuesto la familia Dursley solo veía lo que quería ver, por lo tanto, ni siquiera se dieron cuenta de ese cambio. Ciertamente eso no fue lo único que les sucedió desde ese día.

Y el primero en recibir una dosis de realidad fue Dudley, al ser el chico más grande del barrio, tener su pandilla, haber sido mimado y por supuesto el ejemplo que sus padres le dieron con el trato hacia él y hacia su primo, creí que era dueño y señor de todo en lo que pusiera sus ojos.

Esas experiencias no le permitieron ver el cambio de actitud de la chica que le gustaba, no es que la adolescente hubiera estado interesada en un muchacho que era cuatro veces más grande que ella de tamaño, tanto de altura como de ancho, lo toleraba.

Ahora era completamente diferente, saber o al menos imaginar cómo había sido tratado Harry cambiaba todo.

Podía entender las disputas entre niños, no era extraño que los más grandes sean crueles con los más pequeños, no es que estuviera bien, pero pasaba, el trato de los Dursley con su familia no era normal.

Así que cuando Dudley intentó una vez más impresionarla para que saliera con él... bueno, si Dudley aún podía reproducirse era gracias a toda esa grasa.

En la tarde, furioso por cómo había ido el día, se reunió con sus amigos en el pequeño parque cerca al conjunto, era su lugar y todos los demás sabían que no debían acercarse.

Pero el parque no era utilizado solamente por los residentes de Privet Drive ya que existían algunos otros conjuntos cerca.

Su pandilla se encontró con un nuevo residente, un niño de unos nueve años estaba jugando en su lugar, su reacción, por supuesto, fue ponerlo en su lugar y demostrarle su lugar en el mundo.

Lástima para ellos que el niño era hijo de un americano ex marine, el hombre vio a su hijo siendo acosado por una grupo de cinco adolescentes y su reacción fue protegerlo, Dudley y sus amigos estaban acostumbrados a salirse con la suya y por lo tanto intentaron resolver este problema como comúnmente hacían.