22/02/11
Mierda, no puedo creer que llego el día, después de todos los regaños he insultos de Zayn me he decidido declararle mi amor a Harry... mi hermoso rizado de ojos esmeralda, bien, inhalo-exhalo... cálmate Louis, tu puedes, sé que puedes.
Aprieto los labios hasta que se hacen en una pequeña línea, tomo con fuerza en ramo de flores en mi brazo y con el otro sostengo el gran oso de peluche, suspiro algo nervioso, doy un paso y me detengo enseguida, pero ¿Qué pasaría si me rechaza? ¿Y si no le gusto de verdad? A lo mejor piensa que soy un raro, pero en eso recuerdo algo que me dijo Zayn mientras me aventaba un plato el cual se estrelló contra la pared de la cocina de mamá: "mira imbécil, mañana vas a ir hasta con Harry, le darás las cosas que nos tardamos... más bien dicho Liam y yo nos tardamos en escoger para él, le dirás todo lo que sientes por él y le preguntaras si quieres ser tu novio, pero —me dio una mirada la cual hizo que me estremeciera, por dios, ni siquiera podía hablar- si no lo haces, yo mismo iré hasta donde estas, te tomare de la oreja y si es necesario te llevara a rastras hasta él —asentí lentamente con miedo, suspira, con los dedos se hizo el cabello para atrás y salió de ahí-."
Lentamente giro la cabeza hacia la izquierda, por el rabillo del ojo veo a lo lejos a Zayn y Liam sentados en una banca vigilándome, trago duro, me paro derecho, alzo la vista buscándolo con la mirada y enseguida lo localizo sentado frente a su amigo Niall, debajo de un árbol, bueno, realmente él me está dando la espalda así que solo Niall me puede ver.
Empiezo a caminar lentamente hasta él, siento como los demás me miran extrañados al ver que tengo esto en las manos, mientras sigo caminando mis nervios aumentan, siento como si en cualquier momento mis piernas fallaran y fuera a caer, cuando solo faltan unos pasos para llegar, Niall levanta la mirada sin que Harry se dé cuenta, al verme sonríe disimuladamente, lo saludo con un asentimiento pequeño de la cabeza y veo a Harry, que aún sigue sin darse cuenta de mi presencia, aclaro la garganta para llamar su atención, se gira para ver quién es, al principio su ceño se frunce, pero al ver que soy yo y sobre todo lo que tengo en las manos se ruboriza, la voz se me va por un momento.
-Mmmm... creo que yo sobro aquí, nos vemos luego chicos.- dice Niall, se levanta, me lanza una mirada y sonríe emocionado yéndose.
-Ho...hola Lou.- me saluda Harry susurrando, lo mira, sonrió y suspiro dejando todos mis miedo e inseguridades de lado.
-Hola Harry.- lo observo por un rato, baja la mirada apenada y un ligero rubor se hace presente en sus mejillas- ¿me puedo sentar?- con los ojos señalo el pasto y asiente.
Me dejo caer de pompis en el pasto, me acomodo frente suyo y sostengo con más fuerzas las cosas que tengo es las manos, siento como si fueran dos grandes salvavidas que me permiten ser valiente ante esto.
-Bien, aquí vamos.- digo en voz alta dándome ánimos, el solo me ve extrañado, le sonrió cálidamente y se muerde ligeramente el labio- antes que nada Harry, te pido de favor que no me interrumpas, te contare como inicio todo, talvez sea algo largo pero quiero que lo sepas, la verdad es que no sé cómo puedo hacer esto sin haberme desmayado a medio camino.- suelta una pequeña risita que hace que me desconcierte y me le quedo viendo como bobo, suelto un gran suspiro y como puedo empiezo hablar viéndolo a los ojos, recitando la carta que le escribí hace tiempo sabiéndomela de memoria, pero siendo palabras sinceras.
"Hola Harry, no sabes cuan nerviosos estoy por lo que a continuación te diré pero ya no puedo callar más, sé que nos conocemos prácticamente desde que nacimos, ahora que lo pienso me alegro de que nuestras madres sean amigas de la infancia... creo que ya me salí del tema, regresando al inicial, pasamos millones de cosas juntos, aun me acuerdo cuando solíamos ir por las noches de pequeños al parque acostándonos en el pasto, de noche, observando las estrellas, que si me permites contarte, creo que ellas solo brillan al ver lo hermoso que eres y de alguna forma te lo hacen saber con su brillo, otra de las cosas que nunca olvidare es que cuando me caí de mi bicicleta tu corriste preocupado hacia mí, para saber qué era lo que me había pasado, creo que ahora que lo pienso fue vergonzoso llorar como nena por un raspón en la rodilla, pero vamos, solo tenía 7 años, en ese entonces sí que dolía como el infierno, te pusiste de cuclillas a mi lado, me decías que no llorara, que todo estaría bien, que solo había sido un pequeño raspón y... me calme, con las simples palabras de un niño de 5 años, pero mis sollozos y el dolor a un seguía, soltaste una pequeña risita que me encanto en el instante, como veías que no paraba de sollozar tocaste tu barbilla torpemente pensativo, "tengo una idea" dijiste viéndome y sonreíste "¿q-que es?" apenas pude articular esa pregunta "mi mami lo hace cuando me lastimo y lloro, siempre funciona, así que ahora me toca a mí hacerlo, no me gusta que llores Lou" no entendía que querías decir con eso, pero asentí, si eso iba a hacer que se me quitara el dolor, adelante, te acercaste hasta mi rodilla, viendo fijamente que era lo que tenía, soplaste despacio y me estremecí, estiraste poco los labios como patito, eso me hizo reír, te veías tan tierno y dejaste un pequeño beso en mi rodilla, la verdad es que no se -hasta la fecha-, como le hiciste que el dolor se desvaneció por completo, pero así fue, ya no sentía nada de dolor, fruncí el ceño al ver que funciono "¿Cómo lo hiciste?" te pregunte desconcertado, sonreíste orgulloso y respondiste "mi mami dice que cuando vemos a alguien que queremos mucho llorar o sufrir por algo un abrazo o un beso lo curando todo" mi pequeño he inmaduro corazón se aceleró, era una sensación tan extraña y aterrador, era como si mi corazón se fuera a salir en cualquier momento, pero me gustaba, me gusto lo que dijiste, porque eso solo significaba una cosa "¿Tú me quieres?" asentiste frenéticamente sin pensarlo un momento y me abrazaste "claro que si Lou, tu eres muy especial para mí, no sé como pero te quiero mucho" sonreí como nunca lo había hecho, sonreí más que cuando mamá me regalo ese Power renger rojo de colección que quería para mi cumpleaños "yo también te quiero mucho Hazza"... pero eso no fue todo, con el tiempo cada vez que nos veíamos mi mundo se detenía y solo tú estabas en él, como si fueras el rey del mío, la verdad es que no sabía porque sentía o pensaba eso, hasta que un día le pregunte a mi mamá y solo me respondió "eso es amor Louis, uno se siente así cuando está enamorado de esa persona, todo de ella te parece perfecto, por más pequeña he insignificante que sea lo que haga y se vuelve tu mundo" me sonrió cálidamente, dio un beso a mi mejilla y salió, pero yo me quede ahí parado con la mirada perdida, pensando lo que ella me había dicho y bueno, ella tenía razón, las mamás siempre la tienen, porque me gustaba cuando sonreías o reías por algo tonto que veías o decía, también cuando tus ojos brillaban al ver dulces o juguetes, tus mejillas cuando se ponían rojas después de tanto correo o cuando te regalaba una flor, y desde ese entonces me propuse sacarte las mejores y verdaderas sonrisas, carcajadas, hacer que tus ojos brillen, cumplir cada capricho que tuvieras, hacer todo por ti y yo solo tenía 7 años... claro que nada quedo ahí, cuando cumplí 12 años creo que en ese momento no me había sentido tan celoso como nunca antes en mi vida, antes de mi fiesta me preguntaste que si podías llevar a alguien contigo a ella, al principio pensé que era tu hermana así que no le tome mucha importancia y dije que sí, mamá me tenía harto diciendo que tenía que saludar a los demás y agradecer por que vinieran, pero yo solo quería jugar, en el instante en que te vi entrar por la puerta sonreí he iba a gritar tu nombre, pero oh sorpresa, veo que tomas a alguien de la mano y lo metes a la casa, me detengo antes de llegar a ti, al ver un niño rubio de ojos azules detrás de ti, que observaba la habitación con miedo de ser devorado por los demás y por un instante una punzada en mi corazón se sintió, yo quería que su miedo se hiciera realidad, no porque era malo, sino por el siempre hecho de que te tenia agarrado de la mano y sobre todo que estaba a tu lado, tu solo ERAS MIO, no sabía que era lo que sentía, estaba tan enojado contigo y con todo el mundo, se suponía que yo debería ser lo único para ti como tú lo eras para mí, así que no hice nada, solo me fui a mi cuarto, cerrando la puerta con seguro, me acosté en mi cama y me puse a llorar, millones de pensamiento negativos vinieron a mi cabeza, mi llanto se incrementó y no dejaba de llorar hasta que me dormí, cuando despierto siento que alguien me mueve lento por el hombro y me llama, abro los ojos volteando a todos lados no sabiendo quien me llamaba, hasta que te vi, tus ojitos se iluminaron y eso me hizo sentir bien, pero el recuerdo de ese niño que venía contigo hizo que me volviera a enojar, "Hola Lou" sonreíste a mas no poder mostrando tus dos pequeños pero hermosos hoyuelos, te hubiera abrazando y besado en ese instante pero mi enojo o más bien dicho celos era más grande "Hola" respondí secamente, me miraste extrañado por mi tono de voz "¿sucede algo?" preguntaste sentándote a mi lado "no, ¿acaso debería de suceder algo?" volví a decir seco, sin dirigirte siquiera la mirada, pero pude sentir que una mueca triste en tu cara se había formado "B-bueno, yo solo v-vine a saludarte y desearte f-feliz cumpleaños" susurraste muy apenas, mi corazón se rompió al escucharte tan dolido, pero no sabía qué hacer "Bien" solo respondí aquello, te paraste lentamente y caminaste a la puerta "M-me voy, d-deje a mi primo solo, l-lamento si hice algo que te hizo enojar" me quede en shock al escuchar que el niño con que viniste era tu primo, vi como tomabas el picaporte y lo girabas abriendo la puerta listo para salir, enseguida me pare, te tome de la mano y te abrase fuerte, sintiéndome muy mal cuando te escuche sollozar "perdónperdónperdónpredón" dije rápidamente, tu solo me abrazaste "¿Por qué?" preguntaste muy bajo "Por ser un idiota y pensar que el niño con que venias era tu nuevo amigo y me ibas a dejar" levantaste la cabeza mordiéndote el labio para evitar reír "¿enserio pensaste eso Lou?" asentí sintiéndome culpable, sonreíste tiernamente y besaste mi mejilla " yo nunca te dejaría por nadie BooBear, recuerda que solo te quiero a ti" mencionaste sonrojado, a lo cual eso me hizo sonreír de nuevo, como nunca antes, sabiendo desde ese momento que estaba enamorado de ti y que te amaría todo la vida."
No me di cuenta en que momento rodaban pequeñas lagrimas por tus mejillas, ni el cómo tenías tus pequeñas manos sobre tu rostro, pero continúe, sabía que los demás nos veían y me escuchaban pero a cierta distancia dándonos nuestra privacidad.
-Y hoy, después de 6 años aún sigo enamorado de ti Hazza, la verdad es que no se si estos regalos sean de tu agrado o lo que te estoy diciendo te guste y mucho menos el cómo reaccionaras después de esto...- tome un respiro, vi como quitabas lentamente tus manos de tu rostro empapado por las lágrimas y me veías atentamente por lo que diría a continuación- Harry Styles ¿aceptarías ser mi novio?- pequeños pero audibles aww's de las chicas presente, el solo me veía sin ninguna expresión en su rostro, eso me puso más nervioso de lo que estaba, pero de nuevo un sollozo tuyo y yo tirado en el pasto contigo encima de mi abrazándome como si tu vida dependiera de ello, me hizo reaccionar.
-¡SI! Oh por dios Louis ¡sisisisisisi quiero!-besando toda mi cara reí ante tu reacción y sobre todo de alegría al saber que era correspondido por tu amor, te devolví el abrazo igual de fuerte.
-Te quiero Harry.- susurre en tu oído.
-Yo también Lou.- sonreíste, nos vimos fijamente hasta que sentí nuestras respiraciones chochar, cerrando los ojos los dos, sentí como tus cálidos labios contra los míos se movían lento pero tímidamente a las vez, unos aplausos, chiflidos, gritos de emoción y felicidad a nuestro alrededor se hicieron presentes, pero sin embargo en ese momento solo éramos tu y yo juntos.
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Un Día Especial
RomanceAún recuerdo sus ojos, la pequeña pero brillante luz que adquirían al verme he incluso aumentaba al escuchar cuando le decía... Te amo, soltando pequeñas sonrisitas tímidas, ruborizándose cuando lo tomaba de la cintura acercándolo a mi cuerpo, cepil...