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Después de un extenso viaje por carretera, Kim Taehyung, un adolescente inquieto por descubrir su nuevo hogar, se sentía atrapado entre la curiosidad y el temor de adentrarse en un pueblo completamente desconocido para él. Aunque sus padres le aseguraban que el lugar era seguro y tranquilo, Taehyung no podía evitar sentir ansias por explorar este rincón del que su familia estaba tan segura, llegando incluso a afirmar que ni una mosca sería herida por sus habitantes.

Tras varias horas de viaje, la familia decidió hacer una parada en un lugar que parecía ser de comida rápida. El hambre se había apoderado de ellos después de tantas horas en la carretera. Se estacionaron  el auto, dirigidos hacia su nuevo destino.
(...)

"Taehyung, siéntate bien, la gente nos está mirando", le recordó su madre, consciente de la atención que generaban. Taehyung, con su peculiar sentido del humor, pensaba que si pudiera recolectar todas sus desgracias, se suicidaría al solo pensar en verlas todas juntas. Aunque siempre hacía chistes sobre su mala suerte, no dejaba de repetirlas en su día a día.

Ni siquiera había entrado por completo al lugar de comida rápida cuando se tropezó con un chico pelirrojo que le llegaban por encima del cuello. Este tenía una expresión de cansancio y una mirada perdida que acentuaba la oscuridad de sus ojos bajo la luz del lugar. El chico lo miró como si fuera la peor escoria del planeta. Taehyung juraba que, de no estar sus padres presentes, el pequeño castaño se habría sentido aterrado solo con haber cruzado miradas.

El pelirrojo simplemente se fue, dejando a los espectadores chismosear sobre el "pobre chico " y su encuentro con el misterioso joven. Sin embargo, Taehyung, en ese momento, pensaba que solo exageraban las cosas por falta de entretenimiento.

Después del pequeño incidente, los Kim continuaron su camino y finalmente llegaron a su nuevo hogar. La habitación de Taehyung le pareció encantadora; con un toque rústico y un ventanal que ofrecía vistas espectaculares de los hermosos atardeceres.

Finalmente, apreciaba llegar a un lugar nuevo. Fuera de la ciudad, la vida se volvía más complicada para él y sus padres debido a situaciones que los obligaron a mudarse y buscar nuevos trabajos hasta llegar a este pueblo desconocido. Aunque extrañaba a sus amigos, sabía que quedarse allí no le permitiría llevar una vida como la de otros chicos de su edad. Decidió dejar esos pensamientos atrás para evitar arrepentimientos.

"¡Es hora de cenar, príncipe!"
"Sí, voy en un momento, mami."

Taehyung se levantó de inmediato para cenar con sus padres. La familia, conformada por su papá, su mamá y él mismo. A pesar de que sus padres eran personas saludables, Taehyung nunca tuvo hermanos. Su mamá siempre había dicho que tendría un hermanito, pero ese día nunca llegó.

_Hijo, por fin bajas.
_Sí, me quedé pensando un poco.

_Se que es difícil ir a otro lugar, pero sabes que esto es lo correcto, ¿verdad, Tae?
_Sí lo sé.

_Sung, ya no le digas nada a tu hijo y déjalo comer. Su madre sonrió y besó la frente de su esposo, asegurándole en susurros que todo estaría bien y que ya no tenía que preocuparse por Tae. El suspiró aliviada y finalmente pudo relajarse en la mesa.

La familia se dispuso a cenar, siendo esta su primera comida después de tantas tragedias .

_Papá, ¿y dónde dijiste que iban a trabajar?
_Es una empresa muy importante, según sabemos, la manejan los Jeon. ¿Recuerdas el letrero cuando cruzamos el pueblo?
_"Sí," respondió Tae un poco entrañado .
_Bueno, ellos son dueños de cada negocio por aquí y tienen una empresa mundialmente conocida, pero solo se produce en este lugar , no en otros países. Eso convenció a tu mamá de venirnos .
_"De verdad que hay gente con suerte."
_¿A qué te refieres hijo?
_Pues que ahora los Jeon van a tener suerte de conocerlos a ustedes.La familia rió al unísono y finalmente se sintieron plenos después de tanto tormento.

Exilio ❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora