04

58 10 7
                                    


Señora Kim:
_ Tae no quiere comer, no puede ser que esté así otra vez. Tengo miedo, Song. ¿Qué tal si nuestro hijo...
_ No digas eso, sabes que eso no pasará otra vez. Por eso estamos aquí, para salvarlo .
_ ¿Pero qué pasa si no funciona?
_ Sabes que los Jeon siempre cumplen con su palabra, así que funcionará.
_ Aún así, ¿no le afectará a Tae que no estemos con él? Si se puso así solo por irnos, me preocupa. No quiero que mi hijo salga lastimado.
_ Yo tampoco, pero sabes que está en buenas manos.
_ Lo sé, ¿cuántos días nos quedan?
_ Exactamente 2 semanas.
_ Son suficientes para despedirnos de Tae .

Era preocupante el estado en el que se encontraba Tae, hacía años que no se ponía así. Él no tenía ese problema antes; de niño era alguien muy saludable tanto física como mentalmente. Su enfermedad nunca fue esperada por su familia. A la edad de 13 años empezó a ver las cosas de manera distinta. Sus padres creían que era un soñador gracias a su abuelo, ya fallecido, y que las habladurías de Tae eran solo fantasías que su mente inventaba, pero estaban muy equivocados. En vez de que él madurara a lo largo de los meses, su estado se debilitaba más. Cuando alguien era malo con él, expresaba que el rey demonio lo castigaría. Cosas que un niño de su edad no diría, sino que se interesaría más en el mundo adolescente. Como que le interesaran más las chicas y que quisiera salir más con sus amigos, pero no era así. Los amigos de Tae ya no venían tan seguido como antes. El único que seguía viniendo con regularidad era Jimin. Él se divertía mucho con Tae; la madre de Tae siempre pensó que eran almas gemelas, casi como hermanos separados al nacer. Jimin apoyaba las ideas descolocadas de Tae y lo hacía pensar que era bonito la manera en que Taehyung veía la vida. No era idiota, sabía que no era común, pero no le importaba mientras estuviera a su lado. En cambio, Tae lo admiraba a Jimin como si fuera una estrella a su alrededor; siempre hacía lo que quería sin importarle nada, se expresaba con facilidad y era muy social, con un carácter encantador que sorprendía a cualquiera, incluso a los más jóvenes y mayores. Y lo más importante, que Mochi, como le decía Tae, era normal. Una parte de Tae se sentía un poco celoso por ver que todo el mundo quería estar con su amigo y él quería experimentar algo así, pero eso nunca pasaría. Al saber sobre su enfermedad, los padres de Tae sintieron que era gran culpa suya al no criarlo de la manera en la que su padre les dijo. Se arrepentían por haber corrompido a su hijo. Y hicieron una promesa de que jamás se volverían a interponer en el destino de su hijo...
* A los pocos días de  estar  en la casa de los Jeon, Tae sufrió una recaída, atribuyéndola al abrupto cambio de ambiente. Con delicadeza y pesar, sus padres le recordaron que su viaje no tenía fecha de regreso, sumergiéndolo en una mezcla de desesperación y resignación. Los Jeon los enviaron a Estados Unidos para gestionar acuerdos publicitarios, una empresa que prometía ser larga y agotadora en busca de nuevos patrocinadores. Para Tae, la noticia fue devastadora. ¿Cómo podría sobrevivir una semana sin la presencia  de sus padres? Para él, eran su todo, y la idea de estar separado de ellos más allá de unos pocos metros era aterradora.

Además, sin ellos sería más fácil que descubrieran su problema, y no quería cometer el mismo error que antes. Había cambiado tanto para finalmente ser una persona "normal" que le resultaba  desesperante que solo porque a los ricos se les ocurrió que era buena idea, sus padres fueran a un lugar desconocido por capricho de obtener más dinero. Pero no podía rebelarse; la decisión era de sus padres, y ya no era un niño para hacer rabietas. ¿Por qué no los podía acompañar? Por una simple razón: Tae estaba a punto de tener su examen para entrar a la universidad y tenía que quedarse a estudiar, sin distraerse con cualquier cosa, lo cual sabemos que pasaría, ya que Tae es curioso hasta las puntas de sus dedos de los pies. Así que no sería fácil que fuera, porque perdería por completo la oportunidad de ir a la universidad donde deseaba estudiar. Después de haber perdido mucho tiempo en sus estudios por cuidar de sí mismo, decidió aceptar lo que sus padres decidieron.  A medida que se acercaba el momento de la partida, Tae experimentó una mejora notable, aunque la sombra del pasado aún acechaba en los rincones de su mente. Sus padres, actuando de manera extraña pero esforzándose por hacerlo sentir especial, lo llevaron a recorrer los lugares más emblemáticos del pueblo .
---

Exilio ❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora