Capítulo 13 "A tu merced"

1.1K 87 0
                                    

Pase todo el camino a casa negando rotundamente que eso fuera un chupón, cosa que claramente ellos no se creían, al fin y al cabo ellos eran unos expertos y yo ni desflorada estaba. 

Cuando detuve el carro frente a mi casa, baje como el rayo Mcqueen, y fui directo a mi habitación. Necesitaba ducharme para al menos intentar sacar lo sucia que me sentía después de todo lo que tuve que hacer hoy, en el fondo estoy muy preocupada por lo que pueda llegar a pasarle a Nick, soy una completa idiota, no debí haber empezado todo esto, ahora debo sufrir las consecuencias. 

Ya vestida con ropa interior y una camiseta grande, me senté frente a mi toilette a intentar sacar este chupón antes de que mis padres lo vieran. Nada funciono, ningún maldito truco de internet, inclusive lo veía mas fuerte ahora y no había base de maquillaje que lo cubriera.

Suspire resignada cuando escuche la puerta de mi habitación abrirse, por el reflejo divise al lindo chico de ojos verdes observándome, tenía los brazos cruzados sobre su pecho y lucía mas serio de lo normal, pero igual de sexy que siempre. 

—¿Necesitas algo? —pregunte. 

Vi como extendía su mano y con un movimiento brusco gira mi pequeña butaca, dejándome de frente a el. 

Desde aquí abajo se veía mas imponente que nunca, yo solo podía pensar en todas las cosas que le podría hacer en esta posición. 

Me sonrojo con mis propios pensamientos, increíble

—¿Qué piensas rojita? —.

Madre mía, su voz me eriza hasta la medula 

—Nada en particular, nada que nos involucre a ambos en esta posición claro —habló nerviosa.

Excelente Agus, sigue exponiéndote 

Su sonrisa se ensancha y veo en sus ojos el aire de superioridad —También me imagino muchas cosas al verte abajo mío, rojita —.

Traigan a los bomberos que me estoy quemando

No me deja responder cuando se agacha a mi altura y presiona sus manos en mis muslos, contengo la respiración.

Siento que estoy soñando cuando sus manos empiezan a recorrer mis muslos desnudos, el ni siquiera me había besado y yo estaba a su merced, dejo de respirar cuando acerca su boca y empieza a repartir besos por mis muslos, cuando sus labios llegan a la parte interna solo puedo gemir, lo necesitaba en el punto. 

—Gabriel, por favor —mi voz sale bajita.

—No te entiendo, deberías ser mas clara —responde y ubica una de sus manos en mi cadera acercándome mas a el

Su otra mano se pierde bajo mi camiseta y toca uno de mis pechos, mi cabeza va hacía atrás, y no puedo reprimir un gemido.

—Oh nena, eso es increíblemente sexy —su voz sale gruesa.

—Gab, por favor —volví a pedir.

Le estaba suplicando 

—¿Quieres que te toque nena? Dime —habla mientras sus manos siguen jugando con mis pechos. 

—Si, quiero que me toques —.

Madre santa, ¿esa soy yo? ¿esa es mi voz?

No termine de hablar cuando sentí los dedos de Gab colarse bajo mi ropa interior, sus dedos masajeaban de arriba a abajo, rozando ese botón que me hacía enloquecer.

Me creo muerta ahora, porque así te han de recibir en el cielo.

—Me encanta lo mojada que estas para mi, recuerda siempre que todos tus gemidos son míos— habla mientras acelera sus movimientos.

No necesite nada mas para romperme en mil pedazos.

—Y ahora tus orgasmos también son míos — habla mientras retira su mano de mi ropa interior, llevando uno sus dedos a su boca y lamiéndolo. 

—Deliciosa —sonríe y se pone de pie para salirse de mi habitación dejándome totalmente anonadada. 

Santa mierda  


**

Estoy dando vueltas y vueltas por toda mi habitación mientras me quemo la cabeza pensando en que mierda hacer, todo mi cuerpo grita que no me aleje de Gabriel (y de sus orgasmos), pero mi parte razonable dice que no debo seguir haciéndole eso a Nick, también tengo claro conocimiento de que con Gabriel es todo pura tensión sexual, y lo que siento cuando estoy con Nick es diferente, ¿es posible que ambos me gusten? 

Estar tanto tiempo alejada de chicos hicieron que ahora me gusten dos, estupendo.

—AGUUS LA CENA —escuchó a mi madre gritar.

Hasta que esa mujer por fin recordó que tiene hijos.

Luego de ponerme un short de chanchitos y sujetar mi cabello de una forma que tape el chupón, bajo las escaleras descalza.

Mis fosas nasales captan el olor y lo reconozco inmediatamente, salsa casera con ñoquis, mi plato favorito, mi mamá tiene un don para la cocina, todo lo que hace es delicioso y encima ama hacerlo. 

Pongo un pie en la cocina y la veo acomodando la mesa, miro extrañada los cinco platos en la mesa, y entonces caigo en cuenta, el no se había ido.

Oh Diosito ya llévame

Mi plato estaba tan interesante que no levante mi mirada de el ni una sola vez, aun así podía sentir sus penetrantes ojos verdes sobre mi, lo cual también me saco el apetito.

Vergüenza no tenías al pedirle que te toque 

—¿Cómo va el futbol? —preguntó mi papa a Gabi.

El sonrío y lo mira —Excelente, el próximo viernes inicia el campeonato y todos estamos entrenando el doble —. 

—Este año llegan a las estatales muchacho, les tengo mucha fe. —mi papá palmea su hombro.

Miro de reojo a Oliver que tiene un semblante triste, mi papá y el aman el futbol, mi hermano era parte del equipo hasta el maldito accidente. 

Me hierve la sangre al recordar todo lo que mi hermano perdió y me regaño por el simple hecho de pensar en dejar a Gabriel por Nicholas. 

—Linda no has probado un bocado, ¿no te gusta a caso? —me pregunta mi mamá.

Le doy una sonrisa de boca cerrada. —Esta delicioso Ma, solo que no tengo apetito —respondo. 

—Esto esta delicioso Señora G, todo lo que usted hace sabe delicioso — habla Gabriel y me mira al decir lo último.

Me pongo roja como un tomate y el me guiña un ojo, que por suerte pasa desapercibido por los demás. 

Cuando por fin Gabriel alias rubio se va a su casa, dudaba de que tenga una, me voy a mi cuarto, y luego de pensar y pensar, porque mi cerebro no parecía querer apagarse, me quedo dormida como a las 4 de la madrugada.

¿Solo tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora