Capítulo 5 "Venganza"

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Había estado tirada en la cama, pensando todo el día, me era imposible creer lo de Nicholas.

Es un maldito idiota

Decidí bajar y  buscar algo de comer, estaba muriendo de hambre

Mi hermano estaba en el living viendo televisión, lo ignore y me dirigí directo a la cocina, donde estaba Gabriel.

Que a caso no tiene casa el rubio

Abrí el refrigerador y solo había agua, genial; bufé molesta y cerré el refrigerador.

Di media vuelta para volver con dignidad a mi cueva, pero el rubio me detuvo, literalmente.

—Estoy haciendo sándwiches, si quieres uno —hablo Gabriel—.  

Mi orgullo o el hambre, mi orgullo o el hambre.

—Eso suena genial, gracias—respondí y me senté en un taburete—.  

El cortaba el pan, le ponía mantequilla y le agregaba queso y jamón, la cara de concentración que ponía era digna de una foto, y a pesar de eso sus grandes manos eran torpes.

Era una escena muy simpática.

—Lamento haber golpeado tanto a Nicholas —dijo sacándome de mis pensamientos—.

Vaya, esperada de todo, menos una disculpa.  

—Deberías disculparte con el, no con conmigo, pero se lo merecía es un idiota —respondí—.

—No pienso disculparme con ese idiota, realmente lamento que tu lo hayas visto, pero sin embargo el tiene que agradecer, si no lo hubieras visto, estaría peor —volvió a decir—.

—Un momento, ¿a caso no lo lamentabas? —reí por el repentino cambio—.   

Que chico mas bipolar

—Tal vez por un momento, pero lo que hizo no tiene forma de verlo bien, no le saco a una chica o lo golpeo en el campo, lo dejo invalido —respondió—.

Que forma de agregar tensión a una conversación.   

—Ni me lo recuerdes, llevo pensando eso toda la noche —estaba cansada—.

—Entiendo, pero al punto al que voy, es que no importa cuanto lo golpee, créeme, esta no es la primera vez, es solo algo físico, me gustaría poder ocasionarle el daño que realmente merece—.   

Si que era rencoroso

—Tener el poder de herir a alguien, y no hacerlo, es lo que nos distingue de las malas personas —hable pensativa, mientras tomaba mi sándwich—.

—Yo solo no tengo el poder para herirlo, pero creo que tu si lo tendrías.—volvió a decir.

Ya iba saliendo de la cocina, pero al escuchar eso me detuve de golpe.

—No deberías ni molestarte en pensar en eso, deja en manos de la justicia divina—respondí—.

—Un poco tarde, pues ya llevo mucho tiempo pensando en esto—insistió—.

No se daba por vencido.

—¿Ah si? ¿Y que es eso en lo que llevas tiempo pensando, Gabriel? —pregunte—.

Me daba curiosidad la imaginación de este chico.  

—Venganza —hablo sonriendo. —Oh y por cierto, dime Gabi—.   


**

Estaba aparcando mi carro en el instituto, cuando veo a Gabriel esperándome en la acera.

Oliver hoy tenía permiso de falta por su cita de fisioterapia.

Ni había bajado y Gabi ya me había interceptado.

—Ahora o nunca —hablo.

—No estoy segura de poder hacerlo—no me tenia tanta confianza—.

—Oh vamos, no des brazos caídos ahora—.

Asentí no tan confiada.     

Respire profundo y me acerqué a donde estaba Nicholas hablando con  sus amigos.

—Nicholas puedo hablar contigo en un momento —hable.   

El giro y me miró sorprendido

—Vengo en un rato —se dirigió a sus amigos y me siguió para alejarnos—.   

—Yo lo sien.. —empezó a decir pero lo corte—.  

—Creo que eso deberías decirlo a mi hermano, pero, yo no tengo porque meterme, y me gustaría que volvamos a empezar —hable—.

—¿Hablas en serio?—preguntó sorprendido—.

No podía creer que estaba haciendo esto.

—Totalmente—sonreí—.

Divise a lo lejos a Gabriel quien me estaba haciendo señas.

Respira Agus, tu puedes hacerlo.

Me acerqué a el y tome sus manos, el me miró y le di una sonrisa falsa.

Ahora o nunca se repetía la voz de Gabi en mi cabeza.

Con el valor que me quedaba me acerqué a el y lo abracé, el me rodeo fuertemente también.

Nos separamos y sabía que aun no había terminado aquí.

Sin mas que protestar, lo bese, y como Gabi dijo, el no tuvo problema en seguirme el beso.

Paso 1, completado.

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