~ Hasta los villanos tienen un lado amable y una debilidad. El punto es conocer a ese alguien que te haga cambiar de parecer y te haga creer en la bondad. No todos encuentran a esa persona especial pero los que si... Bueno, entienden que hasta en la...
En algún punto lejano, en algún lugar perdido en el mapa, había una gran isla donde se alzó un reino. Una civilización apartada del resto de la humanidad.
La isla era protegida por una niebla la cuál era imposible de atravesar pues se tenía que lidiar en el camino con turbulentas aguas, rayos eléctricos que nunca cesaban y un enorme monstruo marino que acechaba continuamente los alrededores de la isla con un tamaño excepcionalmente grande, capaz de devorar barcos enteros e incluso pasar un siglo entero sin dormir. Además de que para los ojos de los otros mortales, la niebla hacía que ésta pasara desapercibida por lo que nunca se supo de su existencia en el globo terráqueo. Obviamente, nunca había forasteros en la isla y nadie podía salir nunca de aquel lugar.
El reino era tranquilo y próspero, liderado por un rey sabio y justo que solo quería lo mejor para su pueblo. Sin embargo, tristemente el rey murió a temprana edad por razones desconocidas, el trono fue heredado por su sobrino pues lamentablemente nunca pudo dar al pueblo un heredero de sangre directa ya que la muerte lo había sorprendido abruptamente.
Su sobrino era un chico de 18 años con una belleza inigualable, llamado Choi Yeonjun, pero tenía un pequeño gran defecto que el pueblo ignoraba sobre él, estaba cegado por la lujuria del dolor. Sí, ese tipo de dolor, cualquier tipo de tortura infligida hacia otro ser humano que le provocaba aquella sonrisa demente en el rostro y lo hacía sentir satisfecho el resto del día. Era un psicópata que ocultaba su verdadera personalidad detrás de la máscara de un joven bello, bondadoso e indefenso.
Antes de convertirse en rey, todos los días se le veía pasear por los alrededores del palacio silbando y abanicándose delicadamente mientras contemplaba el amanecer y se dedicaba a sonreír eventualmente a cualquier persona que pasaba frente a él.
"Es tan guapo"
"Su belleza y sencillez lo harían el mejor rey que habremos tenido"
"Es tan amable, nunca para de sonreír"
Las personas lo elogiaban continuamente sin saber que una de ellas al caer la noche iba a ser secuestrada y torturada hasta morir a manos de aquel angelical príncipe cruel.
Como era de esperar el día de su coronación el pueblo estaba feliz, confiados en que aquel nuevo rey iba a ser tan bueno como su tío o inclusive mejor. Pero solo fue el comienzo del reinado del terror...
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