A traves de Ti

7

me tiro en mi cama, que día...

Día... mierda, ya amaneció, puta mierda, 8:00 a.m. y a Scott lo encontrarán en el sofá, mierda!!! Me puse ropa algo adecuada y bajé corriendo, para encontrarme a mi familia desayunando con Scott

-Buen día familia!- dije algo rápido e intentando saber que pasaba

-le contaba a tu madre que me has dejado pasar la noche aquí porque me había sentido mal y no había nadie en mi casa así que me has cuidado la noche

-¿Que?- lo miro raro y mi madre me mira- digo, ¿ya te sientes mejor?- sonrío falsamente, increíble, no regaño para mi

-Espero que lo hayas cuidado bien y le hayas dado la medicina bien futura doctora

- eh si mami, ¿Scott me acompañas a la cocina?

- lo tiro del brazo y lo jalo hacia la cocina
-tu madre cocina divino
-si, a eso se dedica- le quito el pedazo de mufin de su mano y me lo como- estos, son míos, son echos específicamente para mi, no los toques, no, no, nunca más, ah, ah, negativo- me lo termino- número dos, no te sientes en mi silla y por último no digas nada que me meta en problemas niñato

-pero- pero nada, ahora a comer y a callar para poder irnos rápido, te lo acabas todo porque si no me regaña por sacarte de la casa antes de que comas
-te ves linda mandando ¿lo sabias?-lo miro de arriba a abajo cierro los ojos y niego rotundamente con fuerza- vale, mejor cierro el pico- hago lo mismo pero asintiendo, el rueda los ojos
-Lo vuelvo a jalar del brazo hacia el comedor, cuando iba a tomar la silla para sentarme el me la acomoda, lo miro raro, me acomodo en ella y el la empuja para que quede cerca de la mesa y pueda comer

-Que chico más caballeroso Ángeles!- no podía disimular, mi cara era en total y rotundo "eh ¿Que?"

-Ángeles?- pregunta el chico confundido
-si, ese es su segundo nombre, como el de su abuela De los Ángeles-sigo con mi cara de perros escuchando la conversación sobre mi segundo nombre considerado apellido por la sociedad

-niña pero quita esa cara por Dios- dice mi hermano y lo miro mal- más bien, cuéntanos Scott ¿Hace cuanto vives acá?
-me mudé cuando tenía cinco años
-ah ¿y por qué? Hay perdon, que intrometida- pregunta curiosa mi madre, para luego arrepentirse, yo solo sigo removiendo mi comida con ansias para sacarlo de aquí y que no vuelva

-No se preocupe, tuve un accidente, más bien, cause uno y a esa edad tuve muchos problemas, pues no lo superaba, no superaba ese trauma, así que mis padres decidieron que mudarnos era lo mejor- algo en mi se removió, tan pequeño y con traumas... definitivamente este chico no dejaba de sorprenderme, algo en mi quiso escuchar más acerca de esto, me causaba curiosidad

-¿que tan grabé fue lo que hiciste con esa edad?-prometo que no lo dije a mal...
-Imy De Los Ángeles Otero Ducos! Esas cosas no se preguntan!-dice mi madre a regaña dientes, me limite a subir mis manos rendida, mientras el sonríe negando

-Pobre, tan pequeño y con tantas cosas que lidiar pero mira, te prometo que eras muy niño para entender, no es nada mi amor, mejor come

Y así hizo, comimos entre risas, chistes y anécdotas, aunque pensé que sería algo incomodo, no, no fue así... Mi familia adoraba a Scott, de alguna o otra forma se le veía demasiado contento con ellos, por primera vez no veía arrogancia si no agradecimiento en su sonrisa

-mami, tan hermosa tu, ya lo tengo que llevar a su casa, déjalo ir ¿si?
-bueno, pero ¿me prometes que lo traes otra vez? Es más prométeme tu que vendrás, si es por Ángeles no te vuelvo a ver
-mamá!-dije incrédula

-Esta señora se enamoró de este niño, hola!!! Mujer casada! Tu anillo! Nah que es mentira pero sí lo verá como un hijo más, mi madre tiene una pequeña obsesión con que cada amigo o amiga que traiga a mi casa se convierte en su hijo adoptivo y ni hablar su traigo un novio, digo nunca e traído a ninguno pero puedo hablar por todas las que mi hermano a traído y todas se han vuelto sus hijas, definitivamente mi madre nació para ser madre

-No se preocupe señora, prometo que volveré y hasta le traigo el mejor vino de nuestra cosecha para usted
-ah no, si es así tendrás que volver muy pronto!
-claro que si- se despiden y por fin caminamos hacia el auto, no sin antes darle un beso a mi madre en la frente y Salir