1. 𝐃𝐞𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐞𝐫𝐞𝐳𝐨

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Un sentimiento tan complicado como lo es el amor, era algo que Sasuke Uchiha se negaba aceptar en su vida. Podía llamarlo de muchas maneras: protección, confianza, familiaridad, hermandad; pero todas esas palabras eran simples letras que se quedaban cortas cuando pensaba profundamente en su significado y no terminaban de gustarle.

El aliento congelado de Sasuke lo hizo caer en la realidad de repente, y miró a sus alrededores; era la última etapa del invierno en Konoha, ya casi no había nieve en los pastos semi marchitos por la helada temporada y los cerezos crecían con más fuerza, floreciendo. Le daban un toque único a la apertura de la primavera.

Su compañera de equipo soltó un suspiro que llamó su atención de inmediato; Sakura Haruno tenía esa mirada ausente y pensativa aún semanas después de los exámenes chunnin; ojos verdes con un brillo que le decían que estaba pensando en algo realmente importante, piel crema, labios llenos, el cabello a los hombros que volvió a crecer después de la experiencia traumática de la que fueron víctimas. Una parte de él todavía se sentía culpable por ese hecho, su incapacidad de hacer algo relevante para evitar ese mal momento...

Sus puños se apretaron involuntarios a sus costados, fijándose casi sin darse cuenta como Sakura estiraba su cuello para que su rostro rozará las ramas cercanas a ellos repletas de flores; inhaló profundamente con los ojos cerrados y él estuvo a punto de imitar su movimiento, pero se contuvo y se preguntó mentalmente cuánto tiempo tardarían en llegar los demás.

-Hemos esperado mucho. -murmuró ella inclinándose hacía las ramas, dándole la espalda:-. Ojalá que lleguen pronto.

-Alguna excusa tendrán si no lo hacen. -respondió, insatisfecho cuando Sakura no agregó nada más a la conversación.

Estaba así desde los exámenes chunnin: distante y pensativa. Y ahí es donde la problemática en su cabeza resonaba con más fuerza; no debería importarle la curiosa indiferencia de Sakura Haruno porque se supone que preocuparse por situaciones así era una perdida de tiempo; la culpa lo jalaba hacia ella a la fuerza, se contestó muchas veces para excusar su comportamiento cerca de ella, ayudarla a cargar cosas pesadas, preguntarle constantemente cosas estúpidas que eran tan innecesarias.

No debería notar como se acercaba más a Naruto.

Sakura ladeó su cabeza, haciendo que frunciera el seño. Quizá todavía estaba algo lastimada después del ataque a Konoha y no le dijo a nadie.

En un segundo ya estaba caminando con paso determinado hacia ella debajo de la copa del gran árbol de cerezo, y al llegar a su lado, no se perdió la mirada cautelosa por el rabillo del ojo que le dió junto a una sonrisa de labios apretados.

-¿Qué ocurre?

¿Qué te sucede? Tenía ganas de indagar.

No le gustaba que lo mirara así, ¿Porqué lo hacía? El silencio se estaba extendiendo hasta un punto doloroso de incomodidad. Sasuke no aguantó más y resopló con incredulidad por su reacción tan impaciente:
-¿Porqué haces eso?

Sakura parpadeó con sus grandes ojos y dudó con una sonrisa:-. Porque...¿Los cerezos son hermosos en esta época del año?

-No me refiero a eso. -alzó un poco la voz, disgustado consigo mismo y añadió:-. Esta situación no es normal.

Su sonrisa se fue borrando lentamente, y se quedó mirándole extrañada:-. De verdad no te entiendo. Quizá debas irte a descansar un poco, hay que darles unos veinte minutos más y si no llegan nos vamos. -ofreció, práctica.

¿Iba obligarlo a decirlo?

Frustrado, sacudió su cabeza:-. Olvídalo.

Sakura lo observó fijamente por algunos segundos, y dió un paso hacia atrás.

𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘰𝘴 𝘊𝘰𝘳𝘵𝘰𝘴 ❊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora