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¿Puede detenerse, Universo? Ya no aguanto más.

Sin darme cuenta en medio de su pelea me desmaye en los brazos de Rubí.
Ahora mismo estoy despertando desorientada, con la pareja de secuestradores a mis costados usando sus estudios para saber que paso.

—Debió ser por no comer, eso es obvio —habla el que estudio medicina.

—Y además el estrés de nuestra pelea, debemos dejar de hacerlo Edward —habla Emily.

Rubí esta en su cama viéndome, como lo haría un perro que no tiene permiso a subir a la cama.

—Ya esta abriendo los ojos, parece más consciente —dice una voz masculina.

Algo dirige una fuerte luz a mis ojos.

—Esperemos a ver si no los vuelves a cerrar, recuerda que ya lo hizo varias veces —dice Emily—. Apenas se levante debemos darle de comer...

—No... —suelto con un breve suspiro sin pensar— comida no, por favor. Solo quiero dormir...

—Nada de eso, señorita —me regaña Edward.

Escucho el sonido de un plato, cuando logró ver tengo dos pedazos de pizza frente mio en un plato y al lado jugo.

—Mañana...

—Aunque sea solo el jugo —me pide Emily.

¿Es realmente necesario? Un día sin comer no me hace daño, a los demás sí y por eso a veces he obligado a Rubí a comer, pero yo estoy perfecta sin comer.

—Tengo el estomago cerrado —murmurro.

Como siempre, no importa que diga, no me dejaron dormir hasta que termine lo que me sirvieron. No fue fácil que lo hiciera, primero Edward me tuvo que castigar con unos golpes con el cinturón, perdimos 5 estrellas y solo nos quedan 4 ahora.

Cuando empecé a comer el llanto llegó, intenté ver por la ventana o a cualquier otro lado.

Apenas masticaba y tragaba.

Cuando termine Rubí ya estaba dormida en su cama. Edward y Emily me besaron, empezaron con su discurso de que ellos saben que es lo mejor.

—Yo nunca los obligo a nada, ¿así funcionan las parejas? —les pregunte con ironía.

—Tú solo quieres huir de aquí —recuerda Emily.

—No siempre —fijo mis ojos en Edward— a veces solo quiero saber de mi madre... O solo salir al patio.

—No te has portado bien para merecerlo —argumenta Edward.

—Ustedes no se portan bien como para que me merezcan tranquila —Apenas vocalizo las palabras.

Tal vez ni debí pensarlas.

Luego de eso ignoramos el tema, nos arreglamos para dormir. Ellos me dejan en el medio y me abrazan con fuerza.

🌪🌪🌪

—¡Mamá, entre! —grite apenas entré a la casa.

Recorrido todo el lugar gritando hasta que la vi en la sala con unos papeles de su trabajo.

—A ver —me dice acercándose a mi. Me arrebata mis papeles y los analiza— ¿beca completa? Solo dice que hay que pagar los materiales —su sonrisa crece más aunque noto tristeza— Canadá... Queda muy lejos.

—Pero es super conocida, con estudiar allá me facilito conseguir trabajo a donde vaya —le recordé.

Ella solo me abraza, en eso empieza a llorar.

Secuestrada por ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora