交 › ¡TENEMOS UN BEBÉ! 𖥻JL

tres.

En el momento exacto que Jennie salió con el bebé del baño, la puerta se abrió y el grito de Mina informando su llegada se escuchó en toda la casa.

Jennie bajo hacia donde su amiga se encontraba y Mina realmente se sorprendió al ver al bebé, es decir, muy en el fondo se esperaba que todo fuera una broma de Jennie solo para que fuera a su casa, porqué ¿quien tenía tanta maldad para abandonar a un bebé de aquella forma?.

— Hola, ¿compraste todo?

Mina asintió y aún algo aturdida, se acercó a la castaña y le mostró sus compras.

— Esta todo aquí.

Jennie asintió y recostó al bebé en el sofá, lo seco de pies a cabeza y luego tomo el pañal, se lo coloco a la perfección gracias a la experiencia que había ganado con su sobrino, luego le coloco la ropita y las medias que Mina decidió traer por su cuenta.

Luego de vestirlo adecuadamente, Jennie levantó al bebé en sus brazos y acarició delicadamente sus mejillas. El bebé sonrió.

— Eres hermoso.

— ¿Le has dicho a Lisa?

Jennie negó ante la pregunta, no es como si no lo hubiera pensado, pero debía esperar a que la menor llegue a casa, no iba a llamarla y darle la noticia en medio de su trabajo.

— Esperaré a que ella venga.

— ¿No esta aquí?

— Está trabajando.

— Pero es sábado, la academia cierra los fines de semana.

— Tuvieron un problema, no se exactamente de qué, ella solo dijo que esta relacionado con el show que darán los de ultimo año.

Mina asintió.

— Entiendo

— Le haré algo de comer, ¿puedes tenerlo?

Mina encantada tomó al hermoso bebé mientras Jennie preparaba comida para los tres.

Luego de que la comida este lista, Mina se dedico a comer mientras Jennie alimentaba al bebé, esa escena fue realmente linda de ver.

Paso unas cuentas horas en las que el bebé solo se dedicaba a jugar con Mina y Jennie, dormir, levantarse, jugar, dormir y nuevamente levantarse a comer.

Cuando las cinco de la tarde llego, Lalisa le envió un mensaje avisando que ya iba para casa, mientras Jennie alimentaba al bebé y Mina ordenaba el desastre que su amiga había hecho en la cocina.

Unos minutos después la puerta se abrió y Lalisa ingreso a su hogar, le pareció raro que Jennie no lo recibiera pero al escuchar la risa de Mina venir de la cocina, supo que su esposa estaba pasando tiempo con su amiga.

Se dirigió hacia la cocina y cuando abrió la puerta no pudo evitar sonreír al ver a su esposa con un bebé en brazos.

Esperen.

Lalisa frunció el ceño. ¿De donde salió ese bebé?

— Hey, Lisa.

La voz de Mina hizo que Jennie alzara la vista. Paso saliva al ver la mirada de confusión en el rostro de la menor.

— Hey, hola amor.

Lalisa sonrió algo aturdida.

— Ho-hola... eh, ¿y ese bebé?.

— Oh.— Jennie sonrió nerviosa.— Sorpresa.

— ¿Qué?

— ¡Tenemos un bebé!

Y Lalisa se desmayó.