Tenía tanta intriga de tocar esa piel, era un pecado hacerlo. Tenía la gran oportunidad de por fin hacerle suyo, oh, su gran amor, infancia, pre adolescencia y adolescencia, ahora lo tenía justo como siempre había soñado.
Pero no, no quería hacerlo de esta manera, no quería tomarlo, no quería lastimarlo, el mismo se prometió no hacerlo. Solo tomo delicadamente sus lindas púas, acariciando como si fuera un lindo gatito, parecía ser uno.
Solo recibía lindos ronroneos por parte de el azabache; entre sus dedos estaba la lujuria, que pedía ser liberada, no podía. Soltó un suspiro agobiado por sus pensamientos, tentado ante sus demonios, tocó su linda colita la cuál se movía demasiado, soltó un sonido de sorpresa el cenizo mirando de inmediato al guardián.
Esos lindos ojos rubí que lo hipnotizaba, brillaban cuál sol parecía quererle hacer competencia. Y esos lindos labios, que parecía decirle algo pero no entendía nada, quería besarlo, quería reclamar esos lindos labios.
─── Te estoy hablando ── Mensiono con su grave voz, tan masculina. ¿Cómo se escuchará gritando?
─── Oh, si, dime ── Sudaban sus manos, no quería seguir pensando en eso.
───¿Estás bien?, te ves tan pálido.
No sabía cómo había tomado fuerza para no hacer nada en ese instante, solo miraba su linda mano tocando su cara, acariciando a esta como si fuera algo muy frágil. Su respiración era tan agitada teniéndolo cerca, ¿qué pasaría si lo besara?, ¿tendría un ataque al corazón?, No sabía, pero estaba tan seguro que no podría seguir luchando ante todo esto.
Fijo su mirada en su lindo cuerpo, después, lentamente a su rostro observando sus labios. Con valor lo jalo para cortar la distancia haciendo que ambos choquen.
Sabía que no quería besarlo, lo único que quería era ver su linda alma, su gran corazón que nadie puede ver ni siquiera tocar y el quería ser el afortunado en tenerlo.
Shadow mantenía sus grandes ojos abiertos, sus mejillas tocando el gran pecho de su amigo. En cambio, el rojizo abrazaba fuertemente al azabache. Había abierto las puertas a su corazón, había llegado al paraíso y esto no terminaría.El erizo, cómo pudo, se separó tomando las mejillas de su gran amigo.
───Yo se lo que quieres.
Esto lo dejo inmóvil, solo sentía que estaba en cielo, tal vez en el infierno por probar este gran manjar,
estaba mal, pero no podía rechazarlo, estaba mal, pero saboreaba cada rincón de toda su gran cavidad bucal,
estaba mal, pero le gustaba,
estaba mal.No quería separarse, no quería que a la mañana siguiente hicieran que nada paso, no quería ser abruptamente sacado de las puertas del cielo. Lo acercó más, hasta que su cuerpo puediera estar dentro de este, lo quería, solo para el, era raro, pero tenía una gran obsesión por el.
Agitados, intrigados, se miraron, no querían parar y no lo harían.
Era su gran pecado de ambos.
Cómo pueden ver, estoy intentando cambiar la narración, perdón si llega a ser un poco ¿rara?, so.
¡Gracias por leer y por todo el apoyo!
lostqmBaii ♡