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Noté que estaba en una habitación del viejo palacio, solo estábamos nosotros dos, intenté sentarme pero aquello resultó en un desastre, fue entonces que me di cuenta de que tenía puesta una venda que cubría mi torso, dolía pero era soportable, de reojo noté como Mysie seguía descansando, parecía ser que llevaba bastante tiempo aquí puesto que el cielo ya estaba oscuro por lo que debía ser bastante tarde.

-Princesa, es un alivio que estés bien- dije a pesar de que ella no podía escucharme.

Me quedé un momento pensando, por un momento en mi vida quería ser egoísta y decirle que la amaba, que incluso usando lo había tratado de evitar me había resultado imposible, los sentimientos verdaderos por encima de los falsos sobresalían demasiado y me aterraba la idea de que pudiera hacerle daño por amarla.

-Aiden- murmuró, abriendo los ojos, se reincorporó en cuanto vio que estaba despierto, se acercó a mí y sonrió.- Estás despierto, llamaré al médico, aguarda.

La detuve sosteniendo su mano con delicadeza, estaba actuando como un tonto, dejándome llevar por el impulso, la atrajeron hacia a mi y la abracé, no tardó mucho en corresponder a mi abrazo.

Ella estaba bien, debía recordar que aquello había sido un sueño y prefería buscar una forma distinta en la que ella no saliera lastimada.

-¿Aiden? ¿Qué ocurre?

-Solo quiero asegurarme de que esto es real y qué estás bien.- confesé y solté un quejido adolorido en cuanto ella se alejó de mí.

-No puede ser, espera, no hagas más esfuerzos por sentarte o te lastimarás.

-Estoy bien, mientras tú estés bien.

-No, Aiden, hablo en serio, te hirieron y perdiste mucha sangre, estuviste dormido durante varias horas, no debiste exponerte así, te agradezco que me hayas protegido pero te lastimaron, tuve mucho miedo de que algo te pasara.-su voz se quebró y aunque estaba oscuro noté como sus ojos estaban hinchados, como si hubiese llorado.

-Yo también hablo en serio- admití en voz baja, como si las palabras fueran un secreto que no quería revelar del todo.- Mysie, sin importar qué te protegeré y estaré bien si lo estás tú.- tomé su mano y bajé la mirada, no tenía idea de que estaba haciendo, quizá había perdido la razón, le diría la verdad sobre lo que sentía y la dejaría ir si eso la pusiera en peligro.- Tuve un sueño, más bien una pesadilla, en esa pesadilla yo te vi morir y te perdí, había sido mi culpa, yo lo provoqué, no pude hacer nada para mantenerte a salvo y me di cuenta de lo importante que eres para mí, Mysie.

-Estoy bien- dijo acercándose a mí- Mírame, estoy justo aquí a tu lado, tu me salvaste hoy, gracias a ti estoy bien, fue una pesadilla no es real.

-No lo entiendes, aunque haya sido una pesadilla, durante ese tiempo para mí fue real, yo te vi morir ahí, puede que suene ridículo pero sentí que mi mundo se desmoronaba por tí, por favor disculpa mi atrevimiento pero no puedo permitirme ser un cobarde de nuevo y si piensas que lo mejor sea dejar todos los planes de lado porque lo he arruinado entonces no protestaré si con eso estarás a salvo pero necesito que sepas que en tus manos tienes mi corazón, es tuyo por completo, puedes romperlo, desecharlo o mantenerlo siempre será tuyo, porque Mysie, me salvaste, sin ti estaría perdido y debo admitir que no puedo ocultar más el hecho de que estoy enamorado, me enamoré de ti.

Le confesé, el silencio se adueñó de la habitación, la princesa Mysie se alejó y desde la distancia me miró confundida, dio algunos pasos cortos por la habitación hasta que volvió a su asiento cercano a mí.

-Esto no era parte del plan- sentenció y entendí que sin importar qué había cambiado la dirección de todo, pero le estaba dando la opción de liberarla de mí, podíamos dejar de lado todo, el matrimonio, la alianza, el intento por restablecer su poder.

-Lo sé, tu misma me advertiste sobre el peligro del amor.

-Pero creo que existen ciertas personas por las que vale la pena correr ese peligro, ¿Qué más podemos hacer Aiden? Si yo también he ignorado esa advertencia, también me he enamorado de ti.

-En ese caso tal vez podríamos dejar de fingir que somos una pareja enamorada y volverlo realidad, ¿Estaría de acuerdo, Alteza?

-Pero claro, Gran Duque. - dijo y ambos sonreímos.

Esta vez sería real, nada podía arruinar este momento salvo por aquello que habíamos olvidado, el motivo por el que estamos en esta situación, el ataque.

-Mysie, prometo que encontraré al responsable de este ataque y pagará por ello.

-Bien, pero en serio creo que debería llamar al médico ahora para que te revise luego podemos seguir hablando sobre este tema ¿De acuerdo?

Asentí y la vi partir de la habitación, minutos después un médico se presentó ante mí, pidió a Mysie que se retirara para poder verificar que todo estaba en orden y así lo hizo, los siguientes segundos pasaron para mí como sui hubiesen sido una eternidad, al menos hasta que el médico comenzó a guardar sus cosas.

-Su excelencia, el Grand Duque, tiene bastante suerte de que la herida haya sido tratada a tiempo y de que esta no dañara ningún órgano pero es de suma importancia para su recuperación que esté en reposo por al menos una o dos semanas, esto dependerá de la evolución de su herida, no olvide tomar sus medicamentos en orden y pronto verá mejorías, si me necesita permaneceré cerca del palacio por el momento es todo, me retiro.

Llevé mi mano hacia el vendaje en mi torso, me hirieron y no me había dado cuenta y aunque el dolor para mí era soportable para el médico le parecia difícil de creer que jo pudiera sentir poco malestar a como se debería de esperar de una herida así, recordé entonces que gal vez se debía a las guerras pasadas que tuve que representar, días y noches repletos de heridas, muertes y dolor, negué con la cabeza tratando de no recordarlo, no era el momento adecuado.

Debía buscar una forma de sanar pronto y seguir con los planes antes de que la historia siguiera avanzando si no estaba equivocado mi teoría era cierta, por más que se torciera la historia original seguía el mismo orden de cierta forma escalofriante, esta debía ser la parte en la que Mysie desparareciera de la historia para no volver a ser mencionada pero como todo lo demás esto al igual había cambiado, ella estaba a salvo y con ello ya habíamos obtenido aunque sea una victoria.

Sin embargo, aún tenía demasiado trabajo que hacer, como el descubrir quien era la persona que buscaba dañarla tanto en la historia original como ahora, debía encontrar al responsable y si este estaba de alguna forma relacionado con como la trama debía avanzar.

La historia de un villano perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora