Capítulo 3: Monstruos bajo la cama

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"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

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"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

Rayuela , Julio Cortázar

El día había sido bastante fuera de lo común, pero no por eso malo. Rukawa no recordaba la vez que hubiese pasado tantas horas con alguien, al menos fuera de los entrenamientos , y cuando el sol comenzó a menguar, Hanamichi dijo que debía ir a prepararse para la fiesta de Ryonan. A decir verdad , no había sido eso lo que le había molestado , o eso quería creer el zorro , sino que la llamada que Sendou, el apestoso capitán de Ryonan, le hizo a Hanamichi, le crispó los nervios un poco demás..


Había algo aterrador en la forma en que hablaban, demasiado cercanos , Hanamichi tan sonriente , la situación era un completo desastre. De alguna forma Rukawa recordó de inmediato uno esos cuadros tradicionales japoneses donde los demonios les devoran la cabeza a los humanos . Aunque ahora que lo pensaba, no tenía tan siquiera claro quién era el monstruo en esa escena. Al fin de cuentas, todos somos monstruos... 


Con la mirada fija en la nada y en todo, en Hanamichi sobre todo, Rukawa simulaba distraídamente mirar sus notificaciones en el celular. Eso calmaba su ansiedad o lo hacía sentir menos patético. Era más que obvio para cualquiera que conociera a Rukawa más de un minuto, que no había allí notificación alguna más que una publicidad o algún correo spam. Las relaciones personales del jugador estrella eran nulas y tampoco parecía esforzarse en cambiar eso, o al menos eso pensaba hasta hacía unas pocas semanas.

 Después de atravesar los infiernos de Dante, Rukawa vio a Hanamichi cortar la comunicación. Su expresión era extraña , impredecible como siempre, pero tenía un dejo de inocente manipulación como las que tienen los niños buscando que les compren un dulce. La mirada fija de Hanamichi lo hacía poner en alerta todas sus defensas, y cuando se encontraron sus miradas de frente, Rukawa se sintió al descubierto. Le sobrevino una horrible sensación de saberse visto , de sentir sus pensamientos leídos y regalados en bandeja, que sus más profundos sentimientos se le revolcaban dentro de su pecho causándole algún tipo de dolor muscular. .
Hubo un instante en el que pensó qué tal vez Hanamichi lo golpearía , pero lo que vino después fue aún peor. No era difícil lidiar con golpes o con una pelea, pero definitivamente nadie estaba preparado para lo que vino después. .


-Oye zorro, tal vez podrías ayudar al tensai a elegir ropa. No es que lo necesite pero ..- y claro que Hanamichi lo necesitaba. La oportunidad de conocer chicas lo ponía ansioso y aunque odiaba confesarlo, sabía que no era el mejor en ese aspecto, a diferencia de Rukawa. El maldito no hacía nada , simplemente existía y eso parecía suficiente para que su humanidad deprimente actuara de iman.


¿Por qué , en su sano juicio, metería a Hanamichi Sakuragi en su casa? ¿Acaso se le había atravesado un coágulo cerebral por algún cabezado recibido? Rukawa estaba más impactado de lo que quería confesar, porque por un momento, uno muy breve, sintió que tenía una oportunidad. – No se si yo tenga algo lo suficientemente bueno ...- dijo Hanamichi finamente, y Rukawa sintió como si repente se le prendiera un respirador adentro . ¿Entonces no iría a a puta fiesta? Su expresión lo hizo sentir una extraña y peligrosa mezcla entre ternura y curiosidad.
- Préstame algo - dijo con descaro el pelirrojo , con un tono bastante seguro y firme, pero la sonrisa de oreja a oreja dejó más muerto que vivo a Rukawa. Si había tenido algún tipo de expectativa en que Hanamichi desistiera de ir a esa absurda fiesta, definitivamente ya se había perdido. Y lo agravaba la situación era que Hanamichi Sakuragi le estaba pidiendo ayuda, de seguro estaba desesperado.

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