30 Final

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Cuatro meses después

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Cuatro meses después.

Lisa despertaba de golpe gracias a la alarma que sonaba a un lado de ella. Tomó su celular para apagarla y de paso ver la hora 08:30 a.m.

Era hora de ponerse en marcha. De ir a su trabajo.

Hizo la rutina de todos los días por la mañana. Se puso ropa decente, lavó sus dientes antes de bajar y saludar a su madre.

- ¿Cómo amaneciste hoy hija? - La señora Manobal preguntaba al ver a su hija entrar a la cocina. - Se te hace tarde para el trabajo.

- Bien mamá. Hoy entro más tarde. - Se sentó en el taburete junto a su madre. - Iré a ver a Jennie y a mi hijo después del trabajo. Así que quizás llegue tarde madre. - Informó tomando una manzana antes de ponerse de pie y tomar sus cosas.

- Está bien hija. Te amo. - Le dejó un beso en la mejilla a su hija.

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El trabajo de Lisa era estar repartiendo  comida en una moto proporcionada por la empresa en la que trabajaba.

Ganaba bien. Lo necesario para mantenerse aunque a final de cada mes se veía en apuros porque no siempre alcanzaba el salario.

Entraba al local, ese día si que había gente.

- Hola Lisa. Gusto en verte - Lisa vió a aquella chica de linda sonrisa. Su nombre era Karina y era la cajera del local. La que le pasaba los pedidos que tenía que entregar.

Era una chica hermosa y amable con la que había hecho una amistada sincera. Tenía un año más que ella, de la edad de Jennie. Y en momentos sentía que en ella veía a su novia. Quizás por eso eran amigas. Llevaban varios meses de conocerse ya.

- Hola Karina - Se acercó a ella abrazándola. Le daba gusto verla también - Lo mismo digo.

- Hoy ha habido muchos pedidos así que prepárate para repartirlos. - Le dió una palmada en la espalda cuando Lisa pasó a su lado.

Y cómo había dicho su amiga, Karina, hubo muchos pedidos; en la caja de la moto, donde ponían los encargos, llevaba hasta de cuatro pedidos dependiendo de la cantidad de cada uno.

Regresaba de dejar unos y volvía a salir para repartir otros.

Cuando dieron las 5:30 p.m. la rubia se encontraba en un cuarto donde los empleados podían dejar sus pertenencias mientras trabajaban.

Se estaba quitando el uniforme cuando Karina entró.

- Mucho trabajo por hoy.

- Mucho. ¿Que harás al salir? - Preguntó Lisa quitando su camisa.

- Solo iré a mi casa, veré películas y comeré. Lo que hago siempre - Rió.

𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊  (Jenlisa  G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora