𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊 (Jenlisa G!P)

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- Amor - La castaña colocó su pequeña y suave mano en la mejilla de la más alta - No me perderás nunca. Siempre estaré a tu lado.

- Tengo miedo. Tengo miedo que al irte de aquí encuentres a una persona mejor que yo, que te enamores de ella y poco a poco te olvides de mi. No quiero ser egoísta con esto porque se que es algo que tú has soñado por mucho tiempo. Y qué por mis inseguridades te reprima de hacerlo. Quería decirte lo que siento porque de eso se trata la relación, decir lo que uno siente. - Jennie se abrazó a su novia. Ambas estaban en el patio trasero de la casa de la rubia, sentadas en unas sillas de patio.

Era de noche y el aire fresco les golpeaba los brazos y la cara, pero no tenían frío. El cielo estrellado junto a la luna eran los únicos testigos de esa charla.

- No te prometeré nada porque las promesas se rompen con el tiempo. Así que solo te puedo decir que estoy segura que eso no pasará - La castaña tenía sus manos en ambas mejillas de su novia, quien tenía el semblante afligido - Te amo más que a nadie Lisa, entiende que eres la persona que mi corazón eligió para enamorarse y quiero que tú seas la dueña de el. Quiero formar una familia contigo amor, quiero hacer todo lo que se pueda en esta jodida vida a tu lado. Eres la mujer perfecta para mi. - La rubia sonrió.

- También tú lo eres. También tú eres perfecta para mi - La rubia acercó sus labios a los contrarios para adentrarse en un suave beso, beso en el cual sus lenguas se tocaron y su sentimientos se mezclaron.

Esa noche se quedaron un rato más contemplando el cielo estrellado de aquel día. Día en el cual Jennie le había dicho demasiadas cosas a Lisa, que aún no podía creer que ella era tan importante para alguien que no fuera parte de su familia.

Lisa sabía con certeza que esa castaña era la indicada desde el primer día en que sus ojos la miraron. Esa castaña era, es y será la dueña de su vida, su corazón, su cuerpo y de su alma. Tenía la confianza en ella, sabia que Jennie jamás haría algo para dañarla al igual que ella, jamás haría algo para dañar a su dulce y hermosa castaña de ojos gatunos. De rato, ambas estaban sentadas en una sola silla. Jennie arriba de Lisa con su cabeza en el pecho de la rubia escuchando el latir de su corazón, sonido que le había tranquilizado.

- Vamos te acompaño - Lisa se puso de pie tendiéndole su mano a la castaña que estaba a lado de ella viéndola son una adorable sonrisa.

- Si, será mejor que me acompañes porque es noche y hay muchos peligros de tu casa a mi casa. - Dijo pegándose al pecho de su novia.

- Siempre te protegeré.

Las dos chicas comenzaron a caminar en dirección a la casa de la castaña que quedaba a unos 20 pasos. En unos cuantos minutos ya habían llegado a la casa de Jennie y estando en la puerta se despidieron dándose muchos besos sin querer separarse.

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Moonbyul la chica película-morada estaba parada sobre la acera de una gran casa decorada ya con luces navideñas, pues la fechas mas hermosas donde la pasas con la familia y se divierte todos juntos, estaba por llegar.

Iba vestida con unos pantalones de mezclilla, una playera con un estampado de su caricatura favorita y una chamarra igual de mezclilla.

No sabia el motivo de su nerviosismo si solamente iba a ver a una mujer esa tarde, cosa que ya ha hecho unas cuantas veces antes. Quizás era el hecho de que esta mujer de nombre Solar en realidad le gustaba mas de lo que ella pudo imaginar cuando la conoció. Quería que sus encuentros casuales de besos fueran más allá de eso, que ambas formaran una relación oficial donde se demuestren cuanto se ama y todo lo que contaba tener una relación con alguien.

- Moonbyul? - Al escuchar la pronunciación de su nombre, elevó su cabeza y se encontró con lo mejor del mundo. Solar, su linda y hermosa solar estaba parada frente a ella vestida con ropa informal pero que le hacia lucir hermosa.
- ¿Que haces aquí? - Preguntó sorprendida, pues solo se veían cuando alguna envíaba mensaje, jamás llegaban de sorpresa.

- Hola Solar - Habló con algo de nervios en su voz - Este... Vine porque te quiero invitar a salir, aunque sea a caminar al parque que está a unas cuadras de aquí.

- Me encantaría - Sonrió gustosa - Vamos - Solar se acercó a la peli-morada y sin aviso la tomó del antebrazo para comenzar a caminar juntas a su destino. Moonbyul estaba segura que ese día su vida cambiaría para bien.

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Viernes por la tarde.

Jennie y Lisa caminaban tomadas de la mano por el parque, observando los árboles que poco a poco las hojas color naranja y amarillo se caían. Los niños jugando entre ellos sobre la resbaladilla, los columpios y demás juegos que había.

- El lunes me darán los resultados de la universidad, sobre si fui o no admitida. - Habló la castaña.

- Estoy segura de que esos resultados serán positivos. Irás a esa universidad tus calificaciones son las mejores.

- Aún así estoy nerviosa. - Lisa hizo que ambas se detuvieran, volteó a verla, teniéndola frente a frente.

- No tienes que estarlo. Confía en que lo lograrás. - Después besó la mejilla de la castaña que estaba teñida de un color carmesí.

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En la casa de los Manoban.

La familia se encontraba reunida en el comedor sirviendo los alimentos que esa tarde iban a comerse. Estaban ya todos (menos el señor Manoban) sentados.

- Mamá esta noche saldré con mi amigos - Bambam dijo para después comenzar a comer.

- ¿Cómo vas con tus calificaciones? - La señora Manoban preguntó.

- Bien. - Lisa volteó a verlo.

- La mirada de Lisa dice otra cosa. - Bambam volteó a ver a su hermana haciéndole gestos groseros por haberle volteado a ver.

- La verdad es que he ido un poco mal madre, pero te prometo que en lo que queda de escuela antes de vacaciones voy a ponerme al corriente. - Lisa al escuchar aquello comenzó a reír.

- Eso llevas diciendo cada fin de semestre y no lo haces por eso has reprobado. Tú ya deberías de haberte graduado de la escuela, pareces un anciano compartiendo clases con niños pequeños.

- Por dios, solo soy dos años mayor que ustedes cálmate hermanita.

- Si como sea. - Le restó importancia.

- ¿Entonces madre? ¿Me dejarás ir?

- No. Tienes que ponerte al corriente con tus tareas, más tarde revisaré el registro de calificaciones de ambos. ¿Me oyeron? - Ambos jóvenes asintieron.

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Gracias por leer.
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¡FELIZ NAVIDAD! (Atrasada, pero lo que cuenta es la intención) Espero la hayan pasado bien y feliz.