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Seis meses después

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Seis meses después. Junio.

Las vacaciones de verano ya habían llegado. Los días donde te levantas de tu cama hasta el medio día y en lugar de desayunar ya es hora de comer. También son los días donde sales más seguido de casa a cualquier lugar con tu familia o solo.

Las vacaciones eran las favoritas de Lisa porque su familia hacía viajes a la playa o alguna ciudad, por varios días.

Estaba ansiosa por escuchar el lugar de destino de esas vacaciones. Sus padres habían mandado a llamar a ella y a su hermano, quizás para el viaje.

- Chicos, estas vacaciones no podremos ir a ningún lado.

Lisa al escuchar aquello su sonrisa se esfumó con el humo de un cigarro en la fría noche.

- ¡Pero papá! Estas vacaciones las estaba esperando con ansias - Bambam
reclamaba - Son los días donde la pasamos mas en familia.

- Lo sabemos hijo, pero así se dieron las circunstancias entiende ya no eres un niño de 3 años, tienes 20 casi 21 años. - El chico agacho su mirada sentándose junto a su rubia hermana.

- Esperemos que las próximas vacaciones de verano podamos ir - El señor Kim se puso de pie - Iré a la oficina - Se despidió sus hijos con un abrazo y de su esposa con un beso en lo labios para después salir de su casa.

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Lisa estaba en el centro comercial acompañando a su novia para conseguir un lindo vestido para su graduación que sería en una semana.

La rubia no podía creer que a su novia ya no la vería en la escuela, entre los pasillos cuando se cambiaba de clase, en la cafetería donde compartían su lonche junto a sus amigas, irse juntas a la escuela y regresar juntas.

- Mira Lisa este está hermoso, ¡Me gusta! - Dijo señalando el vestido que estaba colgado con un gancho en el mostrador donde estaba de exposición.

Lisa lo vio y también le gustó. Le gustó imaginar a su novia envuelta con aquella tela que se pegaba a su cuerpo haciéndole resaltar las curvas y sus atributos.

- Está hermoso - Dijo sonriéndole.

- Se lo que estás pensando, pervertida - sonrío picara.

- Amor, es imposible no pensar en eso cuando tú eres la que se pondrá ese vestido.

- ¡Entonces me lo llevaré! Para que hagas realidad tu imaginación - Le susurró al oído.

Las mejillas de la rubia se colorearon de un rosa carmesí, pues el susurro de su novia le había hecho sonrojarse.

Minutos más tarde ambas chicas salían de la tienda de ropa tomadas de la mano y Lisa cargaba la bolsa donde el vestido estaba ya que no quería que su novia cargara nada.

𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊  (Jenlisa  G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora