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- ¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?! - La chica tomó el cuello de la camisa del chico - ¡ERES UN IDIOTA! ¡NO DEBISTE DE HACERLO! - Estaba furiosa por lo que su amigo le había confesado segundos atrás

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- ¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?! - La chica tomó el cuello de la camisa del chico - ¡ERES UN IDIOTA! ¡NO DEBISTE DE HACERLO! - Estaba furiosa por lo que su amigo le había confesado segundos atrás.

- Lo hice porque esa entupida rubia jugó con tus sentimientos, se lo merecía. - El chico se defendió.

- Ella no jugó con mis sentimientos - Respondió más calmada Rosé - Fui yo quien se ilusionó sola. - Dijo esto en un susurro tomando asiento en el sillón cercano a ella.

- Pero de igual manera - El chico se acercó a ella sentándose a su lado - Sabes que somos mejores amigos y cómo mejor amigo, mi deber era darle su merecido a Manoban. - La abrazó por los hombros.

- Estuvo mal lo que hiciste - Dijo abrazándose a él - Pero ahora solo te quiero decir, que Manoban ya no tiene vela en este entierro.

- ¿Como? ¿Quién se murió? - Preguntó asustado.

- Lo que quiero decir, es que ya no más Manoban en mi vida amorosa, ahora solamente seremos amigas. Hablé con ella y aceptó. - Contó separándose de su amigo.

- Pues más le vale que no te lastime nuevamente - Dijo su amigo Alan.

- No, ahora mi corazón ya le pertenece a otra persona. - Sonrió de oreja a oreja al recordar a cierta peli negra.

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Era sábado, nublado y el clima fresco, así que la rubia decidió quedarse en casa y jugar sus videojuegos que tanto le fascinaban. Se levantó de su cama, se puso ropa limpia y bajó las escaleras.

Supuso que su padre ya no se encontraba en la casa, su madre quizás se encontraba abajo preparándoles el desayuno a ella y a Bambam.

- Buenos días Lisa - Su madre, cómo era de costumbre, mientras cocinaba, su grabadora reproducía música de su gusto. - Siéntate que ya pronto estará el desayuno.

La rubia se acercó a ella abrazándola por detrás, recargando su barbilla en el hombro de su madre, que al ser unos centímetros más alta que su progenitora, no le costó mucho trabajo.

- Gracias señora bonita - Dijo dejando un beso en la mejilla de la señora - ¿Papá ya se fue? - Preguntó sentándose en la silla que siempre tomaba ella.

- Sí hija, dijo que hoy hablaría con su jefe para pedir unas vacaciones e irnos a ese viaje que lleva tiempo prometiéndonos.

- Pues esperemos que se las den.

- Pero que rico huele ésta casa Dios mío - Bambam bajaba con unos short y una playera puestos y sus pies desnudos. - Hola mami - Al igual que su hermana la rubia, él se acercó a su madre abrazándola y dejando un beso.

- Hola Hijo - Respondió la señora Manoban. - Siéntate junto Lisa que el desayuno ya está listo.

De un momento a otro, los tres ya estaban sentados en la mesa disfrutando del delicioso sabor de la comida de su madre. Entre pláticas su comida se fue terminando hasta dejar los platos sin más comida en ellos.

𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊  (Jenlisa  G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora