•Capítulo 10•

188 7 0
                                    

Narrador.

Caspian se despierta en un árbol hueco, al oír hablar a un tejón, Cazatrufas, así como Nikabrik hablando acerca de qué hacer con él. Buscatrufas no quiere matarlo, pero Nikabrik aún no confía en él.

Al despertar Caspian los escucha hablando y no duda en tomar una espada para defenderse.

—¡Paren!¡Paren!—Gritaba el Cazatrufas.

—Te dije que lo matáramos.—Reprochaba Nikabrik.

Después de se calmaran las cosas entre los tres presentes Caspian decidido iba a salir del lugar en el que se encontraba.

—¿A dónde vas?—Preguntó Nikabrik.

—Mi tío no parará hasta que me muera.—Dijo soltando un suspiro Caspian.

—Pero no te puedes ir, nos tienes que salvar.—Comentó el tejón.

—Tienes una gran biblioteca, profesor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tienes una gran biblioteca, profesor.—Dijo Miraz hacia el profesor que acababa de entrar a su habitación donde estaba su oficina.

—¿Busca algo en especial mi lord?—Contestó el profesor.

—Creo que ya encontré lo que busco dentro de uno de mis soldados.—Reprochó Miraz dejando en cima de la flecha con la que anteriormente Susan había flechado a uno de los soldados de Miraz.—¿Qué sabe del cuerno de la reina Susan?

—Decían que era mágico...

—¿Mágico?

—Los Narnianos creían que podían llamar a sus antiguos reyes, al menos eso dice la leyenda.—Respondió el Profesor a su pregunta.

—¿Qué sabe Caspian de esa superstición?

—Mi lord, usted me prohibió los viejos cuentos de hadas.

—Eso es cierto.—Reiteró Miraz pero nada convencido de las palabras del profesor.—Le diré esto, si Caspian sabe de la gran magia usted tiene motivos para estar nervioso.

En eso llegaron algunos de los caballeros del reino escoltando al profesor para llevarlo a uno de los calabozos del castillo.

—¿Cuánto falta para acabar el puente?—Preguntaba Miraz después de lo sucedido con el profesor.

—La construcción sigue según el plan.

—Tienen que apresurarse.—Comentó Miraz.—Necesito que mi ejército cruce el rio ya.

—Quizá sí aportara usted algunos hombres, tengo pocos a mi disposición.

—Está bien, llévense muchas tropas, necesitamos agarrar a Caspian antes que ellos.—Mandó Miraz.

—Mandó Miraz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄𝐋 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄𝐂𝐓𝐎 || 𝐄𝐝𝐦𝐮𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞 || 𝐍𝐚𝐫𝐧𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora