Algunas historias cortas que escribiré de forma algo mas rápida, aunque no prometo ser tan constante jeje.
( Contiene Feederism. Si no te gusta, te recomiendo no leer.)
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Sinopsis
Eric, un jovencito con algunos kilos demás, esta perdidamente enamorado de una chica de su grupo en la escuela.
Ante el rechazo, Eric planea su venganza con el uso de unas peculiares píldoras, aunque pronto descubrirá lo impredecible que es la venganza.
...
Nota
Esta historia contiene:
Weight gain / Stuffing / Thight clothes / Button pop / Burping
...
- Dis... discúlpame, pero en serio... No deseo salir contigo. Adiós.
Fue lo último que Helen, el amor imposible de Eric, le dijo antes de correr con sus otras dos amigas como su el chico no existiese para ella.
- Pero...
Murmuró Eric para sí mismo.
Se alejó en dirección contraria al grupo de amigas de Helen, hacia su casa, pues ya era la hora de la salida.
Ya en casa, sentado en su cama escuchando algo de música en sus audífonos, pensaba:
- Seguramente es por todo este peso extra que cargo en esta panza...
Eric levantó su camisa, y una redonda panza salto a la vista, rebotando un par de veces hasta quedar en su regazo.
- ¿Porque las chicas solo quieren a los patanes y delincuentes?
Se preguntó, dejándose caer de espalda en su colchón, notando como sus lonjas seguían rebotando.
- Es más... estoy seguro de que Helen está saliendo con un chico de esos... un bueno para nada que solo causa problemas... si, eso debe ser.
Eric trataba de convencerse a si mismo de tal cosa.
- Le enseñaré que esa clase de chicos solo se fija en el cuerpo... Luego finalmente podré estar con ella.
Un plan comenzaba a formarse en la cabeza del chico regordete.
En un par de horas, y luego de pensar en algún plan, Eric finalmente encontró la solución.
Se trataba de un artículo acerca de unas píldoras para aumentar músculo, las cuales resultaron defectuosas, ya que solo provocaban hambre y aumento de peso acelerado.
El producto había sido descontinuado, pero aún habían algunos frascos a la venta en internet.
A Eric le fue más difícil hurtar la tarjeta de crédito de su madre que donde comprar los frascos, los cuales resultaron ser muy baratos.
