Hace tiempo que no hablamos, pero son muchos los recuerdos que a pesar de la distancia me hacían creer que estabas aquí mismo. Sentía tu presencia, como si navegaras por mis ojos haciéndome pensar cada frase que me decias , conseguías alzar el ancla en mis pupilas como si mi vista tuviera corriente propia, como un río de felicidad.