Capítulo XXXIV: ¿Dónde está el problema?

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*hace una semana*

-Gracias por acompañarme, Kristin. No sé qué hubiese hecho si no estabas conmigo en ese momento.

-No tienes por qué agradecerme, cariño. Para eso somos amigas. -dijo y le regaló una de sus mejores y más sinceras sonrisas.

-De todas formas no me cansaré de darte las gracias.

-¿Irás? -preguntó Kristin cambiando de tema mientras metía las manos en su bolso en busca de las llaves de su coche; _____ asintió. -¿A pesar de que estamos saliendo de la clínica? volvió a decir.

-Tengo qué. Es un día muy importante para Gerard y para toda la banda, no me atrevería a faltar.

-Está bien, linda. Te veré allí.

Se despidieron con un cálido abrazo y unas últimas palabras por parte de Kristin.

"Tranquila, todo estará bien".

Fue entonces que vio como la esposa de Mikey se alejaba en la distancia y pudo soltar el suspiro angustiante que tenia atorado en el pecho.

-¿Qué se supone que haré ahora?- pensó.

De todas formas, no tenia tiempo para reflexionar acerca de lo que acababa de ocurrir, mucho menos para procesarlo; Gerard estaba en la peluquería y en cualquier momento regresaría a la casa. Él no debía saber que ella había salido, puesto que no sabía mentir pero tampoco podía decir la verdad. ¿Qué le diría? Debía llegar a su hogar antes que él, sería más fácil que explicar su ausencia.

Como si fuese cosa del destino, en ese preciso momento, su celular comenzó a vibrar. Era Gerard.

Con las manos temblorosas y el corazón en la garganta, decidió atender la llamada.

-¿Si? -respondió simplemente.

-¡Cariño! vas a matarme, pero no podré llegar a la casa. Se está haciendo tarde así que iré directamente al concierto. ¿Puedo verte allí? te lo compensaré, lo prometo.

A diferencia de lo que pensaba Gerard, para _____ era un alivio.

-No te preocupes. -respondió cortante. -Te veré allí.

Antes de que Gerard emita un sonido más, ella colgó. No se encontraba en las mejores condiciones y no sabía como afrontar su vida a partir de allí.

Estaba confundida, exaltada, pero también feliz. Aturdida pero alegre al fin de cuentas.

¿Entonces cual era el problema?

-Gerard Way.

Una voz desconocida la devolvió a la realidad sin comprender que estaba ocurriendo.
Parado a su lado, se encontraba un joven de no más de 18 años mirándola con una sonrisa.
Recordó que seguía parada a mitad del estacionamiento del hospital.

-¿Disculpa? -le preguntó confundida.

-Oh, perdona. No quise molestar. -respondió él avergonzado. -Te vi aquí sola y pregunté si eres la esposa de Gerard Way.

-Ah. Si, soy yo. -dijo con una sonrisa.

Aquél joven reconoció a ______ y hablaron un buen rato acerca de la banda y de lo feliz que estaba de que nuevamente todo sea como antes, a pesar de ella que sabía que no todo volvería a ser de ese modo.
Finalmente después de un largo rato, se despidieron con la mano y él prometió saludarla si lograba verla en el concierto para así obtener buenos autógrafos que ella le aseguró conseguir.
Estaba atrasando demasiado su vuelta a su hogar, y es que no quería regresar.
Observó un rato más los autos que se encontraban allí esperando a que la solución a sus problemas aparezca de repente, sin embargo, eso no pasó.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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