*Lover of mine – 5SOS*
Capitulo ·2·
Él.
31 de diciembre, año 2164.
Hoy era su cumpleaños.
Nunca ni por lo cargado o estresante que podría presentarse ese día, podría olvidar el hecho de que hoy estaba adquiriendo un número más a la lista de años vividos, como lo llamaría ella.
Y aunque soy consciente de que han pasado algunos años desde que la vi por última vez. Sé que en gran forma, la mayoría de aquella esencia que conocí como de ella, estaba allí. A ver, estúpido no soy.
Por supuesto que era consciente de que el ser humano cambia conforme pasan los años. Sin embargo, existen muchas de nuestras actitudes que nos acompañarían toda la vida pues eran cosas que el tiempo no cambia.
El tiempo las vuelve más fuertes.
Y aunque sonara a psicópata acosador, conocía todo de ella. Tanto que me asusta a mí mismo lo mucho que conozco de ella.
Existen cosas que se nos escapan de las manos por lo imposible que se vuelve tal situación, tal pensamiento o incluso una acción realizada sin pensarlo, eran circunstancias que simplemente no teníamos ni la oportunidad de dominarlo. Por eso me era inadmisible no recordar que un día como este era deprimente para ella. El deseo de decirle que pasara lo que pasara, estaría allí cada que me necesitara era embriagador. Por lo que sabía que hoy, era uno de esos días en los que ella realmente necesitaba sentirse apoyada. Sintiendo en gran medida (Mas que todos los días) el desesperante, agobiante e incluso se le podría llamar que dominaba en mi ese deseo masoquista de estar para ella.
Y digo masoquista porque no existe otra definición lo suficientemente perfecta para enmascarar el hecho de que aun y cuando de manera no voluntaria me lastimo, siento esta horrible necesidad de querer borrar de mi mente al igual que ella el daño que me marco. Aun y cuando se lo prometí. Aun y cuando le jure a él no volver a estar cerca de ella. Me parece increíble que me importe un rábano todo lo que ha pasado, lo que me ha lastimado. Parece que estoy en una rampa y que eso solo me impulsa a correr más para poder estar más cerca de ella. Así que si, el ser humano es tan masoquista y tonto que prefiere sufrir un poco más a soltar a aquella persona a la cual... Se siente cercano en muchas formas.
Pero desde hacía mucho tiempo eso entraba en clasificación de lo prohibido.
La lejanía jugaba ese punto a mi favor para poder estar lo suficientemente alejado de ella como para impedir que cometiera alguna idiotez. Porque la realidad era que aun y cuando yo quisiese solo acercarme y saber de su estado, sin hablarle o que me viera directamente, no podría por el riesgo que eso pintaba. Y odiaba eso. Eso y muchas otras cosas más.
Odiaba la lejanía que yo mismo había colocado por el bien de ella, pero al mismo tiempo me daba unas palmadas en la espalda por también en gran forma ayudar a mi bienestar propio. El estar alejados me hacía tener una cabeza fría para poder ver todo con mayor objetividad, y no me había dado cuenta de ello hasta que probé la distancia de no estar ni remotamente cercanos. El haberlo hecho maduro áreas en mí, y sano en cierta forma muchas cosas, en cambio otras aun dolían más que antes. Odiaba el ser tan rencoroso como para simplemente dejar las cosas atrás y olvidar todo, incluida a ella. Odiaba que mi mente no dejará de pensarla. Odiaba esas ganas de querer estar junto a ella nuevamente. Odiaba mis contradicciones de maniático. Puesto que por un lado la quería a mi lado como antes, por el otro se sentía bien teniéndola prudentemente lejos. Una parte solo quería perdonarla completamente para ya no tener nada que me uniera de ninguna manera con ella, la otra sentía la necesidad de no hacerlo, siendo una de las razones el no querer borrarla por completo de mi vida. Una parte quería que fuera feliz por su lado, tomando el rol que le tocaría llevar dentro de poco, la otra gran parte quería que abriera los ojos y se diera cuenta de las cosas tan graves que pasaban a su alrededor. Una parte la quería de aquel lado de la valla divisora, la otra parte la quería de este lado siendo una más de aquí, una persona que tuviera los ojos y la mente realmente clara. Realmente despierta. Esa gran parte quería que despertara.
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Efímero
RomanceSimulemos que nada de lo que ahora ves es real, que este mundo tal y como lo conoces se fractura para convertirse en un muy mundo diferente. Sin internet, sin clubes sociales, sin salidas cuando quieras, sin ver ni siquiera una película junto a tus...