Capítulo •6•

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*Call Out My Name — The Weeknd*

Él.

13 de julio, año 2165.

Dos meses.

Dos putos perfectos meses que ahora se iban directo a la mierda.

¿Por qué? Pues porque ese había sido mi lapsus de tiempo en el que todo se había sentido perfecto, idílico. Eran dos meses libres de pesadillas, recuerdos y de todo lo concerniente a ella. Dos meses en los que ni siquiera un segundo habían sido utilizados para estar con ella en mis pensamientos. Dos meses en lo que de verdad sentí y pensé que la estaba superando por fin.

¿Qué paso? Pues hacen unos días, mi hermana la cual ha tenido unos días muy versátiles, me tomo con la guardia baja y me obligo a venir a esta cita con una compañera de su área. Del lado del estilismo para ser precisos.

Si digo versátil, es porque de nuevo mi hermana está embarazada. Pero a diferencia de los dos anteriores, ella no se ha estado entusiasmando tanto con el hecho. Pues por palabras de ella misma, expreso que no quería ilusionarse para luego perder aquello por lo que tanto ha deseado, pero que jamás ha tenido la dicha de poseer. Aunque eso no quita que existan días en los que cuando él o la bebe se mueve y le da pataditas, grite y llore de la emoción. Como existen otros tantos que la veo con una mirada perdida y triste. Y hacen cinco días atrás era uno de esos días en los que su estado de ánimo era triste. Él bebe no se movía en su vientre desde hacía un mes. Lo cual la preocupaba. Provocando el mismo efecto en nosotros, aunque semanalmente  se hacía consultas prenatales, los diagnósticos eran positivos, pero no de fiar si consideramos que lo mismo pasó con el último embarazo el cual perdió de siete meses. Cuando ahora solo contábamos con 4 meses.

Justo ese día, me pidió que lo hiciera porque a Sara (La chica en cuestión) le encantaría poder presumir que por una vez en su vida había tenido una cita. Y en medio de un susurro me dijo  en modo de confesión que yo le gustaba a ella.

Por obviedad yo me negué a hacerlo. No quería que Sara malinterpretara mi invitación y pensara que yo quería algo con ella justo en este momento de mi vida. No jugaría sin siquiera ser sin intención con los sentimientos de alguien. Por lo que al rechazar su petición ella solo me dio una sonrisa débil y dijo en el mismo tono anterior “Las oportunidades ya las tienes y puede que muchas más vengan en algún punto del futuro, solo debes dejarte llevar por estas. Tomarlas. Pues no sabes hasta donde te llevaran y que harán por ti.” Creo que no es necesario decir que un punto débil para mí, es mi hermana. Pues ha estado literalmente en todo momento conmigo desde que nací. Y verla en esos estados tan volátiles era una cuestión dolorosa de procesar. Por lo que al verla y meditar un poco, acepte por ella. Mi sorpresa fue que cuando al acceder a tal cita, ella dio un chillido de emoción y me dijo que Sara estaba en la sala de su casa, significando un momento perfecto para invitarla a salir.

Con lo que entendí que mi hermana me había colocado una treta, y que lo había planeado, usando la carta de poder que ella sabía que prevalecía en mí. Pero, ya no podía echarme para atrás. Por lo que al entrar, con un poco de tacto, que vamos no es que soy tan brusco pero tampoco mentiré diciendo que fue de lo más casual y natural que hayan podido ver (Pues cuando fui a la isla de la cocina tomando una manzana le dije algo como “Oye Sara, que tal si el Viernes vamos a la pizzería y no lo sé. Comemos y así” Ella acepto encantada con mi invitación)

Con lo que nos traslada al presente, donde solo puedo engullir pizza porque no sabía ni de qué hablar, la escuchaba a ella y todo lo que me decía acerca de sí para “Conocernos mejor” como ella había dicho minutos antes.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora