La oscuridad más profunda yace en nuestro interior. Repta por las paredes de nuestra mente y nos obliga, por medio de una convivencia perpetua, a caer en la muda desesperación. Lástima que nuestro joven detective hace tiempo ha terminado de caer.
Stiles inhala profundamente hasta expandirse y abarcar la habitación por completo. Como si hubiera estado sumergido en las profundidades del océano y hoy, por primera vez en décadas, saliera a tomar un respiro.
Siente un escalofrío cuando garras heladas como un témpano rozan sus palmas y enlazan sus dedos.
―Somos uno, no hace falta dudar, solo dejarse llevar ― Susurra la voz en su cabeza y, por primera vez, desde que fue capaz de oírla, obedece una de sus solicitudes.
Al sucumbir, un torrente espeso y oscuro lo recorre hasta fundirse en él como una segunda piel. Cuando vuelve a abrir los ojos, sus iris refulgen cual llamas naranjas y su piel se desdibuja en los bordes, dándole una apariencia etérea y antinatural. Su cuerpo se funde en las sombras cada vez más prominentes que invaden la sala. Lo que hace unos momentos era un mediodía brillante, en cuestión de segundos, fue opacado por un intrépido ocaso.
―Bien hecho. ― La voz grave de Peter aplaca las llamas del pánico que arden en su interior y serenan su desbocado corazón. ― Buen chico. ― No luce asustado u horrorizado por el repentino cambio de apariencia de Stiles. No hay odio o rechazo en su mirada, solo un electrizante azul que vibra en reconocimiento.
El vértigo lo atraviesa, ya sea por esos ojos magnéticos que lo adoran en un reverencial silencio o el ensordecedor murmullo de los autos y transeúntes circulando por la acera; o por la avasalladora fragancia a Peter que envicia el apartamento. El pequeño, se siente mareado debido a la sobrecarga de sensaciones. Lleva tanto tiempo suprimiendo sus sentidos que, al dejarlos aflorar libremente, la sobrecarga de información lo desorienta unos instantes.
―Mírame. Solo concéntrate en mi voz y olvida todo lo demás. ― A pesar de que los susurros suenan estridentemente en sus oídos hipersensibles, Stiles, se obliga a obedecer.
Su TDAH se hace cargo y en un instante, el caos de datos es ordenado y clasificado. Ignora el suave olorcito de la comida recién hecha, las voces de los vecinos en el piso de abajo, el claxon pitando calle arriba y la luz cegadora que se cuela por la ventana a pesar de la extraña penumbra que envuelve la habitación. Su cerebro solo tiene lugar para una medialuna afilada, hebras de noche y dos resplandecientes luceros. Su cielo de media noche se redujo a Peter Hale.
―Sabía que podías hacerlo. ― Un prominente orgullo ensancha el pecho del chico al escucharlo. ― Con tu nivel de adaptabilidad habrías sido un fantástico lobo, lástima que el destino tienda a ser caprichoso. ― Esa noche en el estacionamiento pasa por la mente del zorro haciéndolo sentir profundamente culpable. No solo había rechazado al contrario en ese entonces, sino que incluso contribuyó a su muerte y se regocijó de ella. ― No tienes que sentirte culpable. ― Una vez más, el olor del joven delataba lo que sus labios no se atrevían a revelar. Su lado animal se remueve ante el tono consolador de Peter, haciendo que un gemido lastimero como el de un animal herido escape de sus labios. ― Hiciste lo necesario para sobrevivir y no debes disculparte por ello. ― Peter toma su mandíbula con firmeza conectando sus miradas una vez más. ― Y, en tu defensa, creo que tomaste la decisión correcta. No estaba en mis cabales en ese entonces. Si te hubieras unido a mí, lo más probable es que ambos acabaríamos muertos tarde o temprano. No planeaba sobrevivir a esa sangrienta cruzada. El haberme seguido no habría sido más que un suicidio y tú lo sabías. No fue a mí a quien rechazaste esa noche, ni siquiera fue a la mordida; fue a un hombre desquiciado que usó la venganza como una excusa para encontrar la paz. Pero esta fue justo lo que necesitaba para comprender que no era lo que realmente quería. El retiro no me sienta nada bien. ― Al ver al cinismo sepultando una herida aún abierta, las manos del chico corren a cubrir el rostro contrario como intentando ahuyentar al sepulturero.
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Besado por Sombras *Steter*
FanfictionEl Nogitsune ha pasado por Becon Hills dejado un reguedero de cuerpos y desgracia tras de sí. Luego de que *eso* abandonará su cuerpo, Stiles, creyó que la paz regresaría. Que podría olvidarlo todo y dejar ese "yo monstruoso" en el que se había con...