Capítulo 5

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Takemichi agarró un tazón grande, se movió rápido por toda la cocina para no estorbar a la otra persona que está a su lado. El lugar no era tan grande pero lo suficiente para que más de cuatro personas estuvieran ahí sin molestar a los demás, es estrecha pero acogedora, con los electrodomésticos más modernos de esa época. Había un estante arriba del mostrador, con especias y condimentos, junto a algunos aceites. Además de unas sartén y ollas apiladas en la cocina listos para preparar algo delicioso.

Colocó las verduras junto a la tabla de cortar, ya previamente lavadas, se preparó, realizando cortes rápidos y precisos. Hacía tiempo en el que tenía la oportunidad de poder cocinar una comida correctamente, solía solo hervir agua para servirse ramen instantáneo, no era lo más nutritivo, pero servía para sobrevivir.

—¡No agarres así el cuchillo, te vas a cortar!— Tal vez le falta algo de práctica, o eran sus manos de niño que hacían que sus movimientos sean torpes.

Hizo una pausa de lo que están haciendo, ¿Cuántas veces su abuela solía decir lo mismo?, con una mirada severa, pero al mismo tiempo preocupada, con un golpe fuerte de palillos en su mano. Sentía que sus ojos se llenaban de lágrimas, habían pasado años desde que oyó esas mismas palabras, pero aquí estaba, volviéndolas a escuchar después de mucho tiempo.

Takemichi culpa a sus lágrimas por la cebolla que está cortando.

Sigue cortando con un poco más de cuidado, en secciones, con un par de centímetros a lo largo y en trozos pequeños, al terminar con todos las verduras, coloca el último puerro en el tazón. Aprovecha el bolsillo en su delantal para colocar los palillos y no estorben, se lavó las manos después de empezar a hervir y se las secó con un paño limpio.

Takemichi llevaba su delantal de color azul oscuro, era más pequeño de los normales, iba a conjunto con el de su abuela. Recuerda la foto que se sacaron el día en el que los consiguieron, solía tenerla junto a su refrigerador casi vacío.

Mientras, empieza a cocer las verduras, preparó el caldo sumergiendo Wakame, también agregó tres cucharadas de Aka mizo mientras integraba todo, cuando la olla empiezo a hervir, cortó rápidamente el tofu para sumergirlo en la sopa.

Después de algunos minutos terminó la sopa de Mizo que le pido hacer su abuela, mientras tanto ella terminaba de sazonar el Yakijake  para freír y darle un sabor crujiente al pescado, la arrocera eléctrica emitió su característico sonido para avisar que el arroz estaba listo. Solo faltaba el Tamagoyaki, la tortilla de huevo era difícil de hacer con sus pequeñas manos, por lo que la Hanagaki mayor se encargó de hacerlo.

Podía relajarse un poco, no tenía que ir tan apurado en comenzar el desayuno para no llegar tarde a la escuela. Hoy tenía el día libre.

Tener el día libre era lo mejor para un niño, podías tener un descanso de la escuela y desvelarte la noche anterior y despertar al día siguiente muy tarde. Para Takemichi era un día en el que podía descansar en casa sin tener que estar pendiente de todo, relajarse, olvidar los pensamientos constantes que atormentan su cabeza sobre el futuro, podría darse el lujo de descansar.

Un día en el que no tenía que seguir fingiendo ser un héroe.

Hoy en específico, Takemichi decidió levantarse más temprano de lo usual, para aprovechar el día, él y su abuela saldrán de compras. Necesita conseguir un nuevo rompecabezas que ha estado acosando de 1000 piezas

Esta seguro que su afición a estos nunca dejará de existir. Era un pasatiempo que lo mantiene lo suficientemente distraído como para pesar demasiado y angustiarse por el futuro. 

Necesita distraerse y estar el mayor tiempo activo, y sorpresivamente no era al salir y ser golpeado estúpidamente.

Ayudar a la abuela lo mantenía activo. 

I do it for Him/Them | MITAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora