Capítulo 7

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—¡Mikey ya despierta!—

Las sábanas cayeron junto al cuerpo dormido de su hermano. Emma lo agarró de los tobillos e intentó empujarlo fuera de las cálidas mantas, pero por la resistencia del rubio no fue capaz de levantarlo.

—Bien, tu te pierdes el desayuno.— Dijo antes de cerrar bruscamente la puerta. Takemichi sólo observó divertido mientras bajaba las escaleras. Fue él quién despertó primero, encontrándose el fuerte agarre del rubio.

Al principio intentó soltarse, pero después varios intentos se detuvo, no fue hasta que llegó Emma que logró salir.

Ahora sin éxito de sacar a Mikey de la cama, ambos entraron al comedor.

Shinichiro y el señor Sanó se encontraban ya en la mesa, esperándolos para comer. La comida fue agradable, muy diferente que en su casa. El ruido de la mañana, los gritos y discusiones eran lo que esperaba poder acostumbrarse. Takemichi disfrutaba del ambiente ruidoso.

Presentarse a Emma fue intenso, intento que las lágrimas no salieran, pero no puedo evitar que se empañaran sus ojos, por suerte las aguantó lo suficientemente como para pasar desapercibida. Si su actitud no fue pasada por alto, la rubia menor no comentó nada al respecto.

Mikey se unió a ellos más tarde, con su cabello todo revuelto arrastrando una manta vieja, caminado lento, y murmurando "Buenos días". Aún se encontraba medio dormido cuando devoró la comida, Takemichi aguanto una risa por la vista, mirando con ternura algo tan doméstico como sería desayunar justo a Manjiro.

—¿Fue una buena noche?— Shinichiro preguntó mirando divertido la interacción de los dos.

—Mmhm, algo apretado.— Respondió con sinceridad. La cama de Mikey no está hecha para que dos niños durmieran en ella.

—¡Ja!, ya lo creo— Soltó una risa. —Mikey suele pegar patadas muy fuertes y es muy revoltoso al dormir.— Shinichiro siguió comiendo, esperando a tragar para seguir.

—Pero veo que dormiste sin problemas.—

—Oh sí, fue una agradable noche, aún soportando sus ronquidos.— Se burló Takemichi.

—¡Oye!, ¡yo no ronco!— Mikey parecía que ya se había despertado y había escuchado la conversación, feliz de que su hermano se llevará bien con Takemichi.

—Si lo haces, hasta Emma puede escucharlos desde su habitación.— Señaló el mayor.

—Así es, son insoportables, ¡¿Cómo los chicos pueden dormir contigo sin molestarse por tus ruidos?!— Gritó Emma, uniéndose a el ataque de avergonzar a su hermano frente a su nuevo amigo.

—¡Porque si lo hicieran les patearía el trasero!—

—Le pateas el trasero aunque no hagan nada.— Mencionó Emma.

—¡Por que se lo merecen!— Contrataco.

Ignorando la pelea qué se había iniciado con los dos hermanos menores, Shinichiro volvió a Takemichi y le preguntó qué le parecía la comida. Sorbiendo felizmente al tener una buena respuesta.

Takemichi siguió su ejemplo e ignoró la discusión, mientras tomaba una pequeña porción de arroz prestó atención al Sano mayor. Miró con curiosidad como el anciano parecía completamente ajeno a lo que se desarrollaba en su mesa, contemplando si debería tomar unas tortillas de huevo o algo de pescado a la parrilla para dejar en su plato. Al final decidió por las dos.

—Mikey estaba tan extasiado qué vinieras a una pijamada.— Takemichi desvío su mirada para seguir charlando con Shinichiro.

—La última vez que lo vi tan contento por algo así fue cuando conoció a Draken–kun.— Takemichi se imaginó a un Draken siendo arrastrado por todos lados sin poder soltarse de Mikey.

I do it for Him/Them | MITAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora