Capítulo 6

1.6K 202 53
                                    

—Gracias Takemichi.— Se encontraba ayudando en el taller, su trabajo era pasarle las herramientas que le pedía el mayor, aunque siempre se quejaba de que podía ayudar más. El hecho de ser un niño impedía que pueda usar las herramientas al ser pesadas y peligrosas.

Takemichi tenía un poco de conocimiento de mecánica, no era un experto en el tema, pero podía mantener a la gemela de Babu en buenas condiciones.

Solía ayudar cuando estaba libre de sus obligaciones. Pasar tiempo con el mayor era muy reconfortante. La personalidad que portaba lo hacía sentir seguro y en calma.

El escucharlo también le traía emociones contradictorias, las anécdotas sobre sus hermanos hacían que Takemichi quiera llorar y al mismo tiempo sonreír al saber que eran felices.

Los extrañaba.

Pero pensar en acercarse innecesariamente podría causar problemas. Si lograba salvar a Shinichiro, el efecto dominó que causó se eliminaría, por ello, no sería necesario intervenir más en sus vidas.

El simple hecho de que algo podría salir mal no lo dejaba dormir por las noches. Takemichi aprendió a siempre confiar en sus instintos. La sensación de que algo va a ocurrir era una señal de que necesitaba prestar atención.

Tenía un mal presentimiento.

—¿Quieres algún refresco?— Shinichiro ofrecía mientras se limpiaba las manos llenas de aceite.

—Cualquier cosas está bien.—

Aún faltaba unos minutos antes de cerrar la tienda. Hoy era un día tranquilo. Normalmente suele estar lleno de clientes y amigos de Shinichiro-san, al ser del tipo de personas que atraen a otras, siempre se encuentra rodeado. Por lo que es inusual que esté casi vacía.

Solo le quedaba mover algunas cajas al almacén, que conectaba con la sala de descanso. Takemichi se ofreció a llevar algunas, el mayor optó por darles las menos pesadas para que no se esfuerce tanto. Con la promesa de comer algo delicioso después, se dispuso a acomodar las herramientas.

—Mmm— Takemichi miró los estantes, hasta encontrar algún espacio.

Cuando se encontraba organizando, oyó unas voces que venían de la entrada de la tienda, no le tomó importancia, y siguió con lo suyo. Pero cada vez las voces se acercaban más, era probable que vinieran a visitar al dueño. No eran tan claras como para saber si era alguien conocido.

Salió del almacén al terminar. Mientras cruzaba el marco de la puerta, una sensación lo invadió. Como si supiera que algo iba a pasar, un escalofrío le recorrió toda la espalda.

Y luego, se encontró con unos ojos negros muy familiares.

—¿Takemicchy?—

Su respiración se cortó.

Takemichi se olvidó de respirar.

Sus piernas empezaron a temblar, mientras su corazón latía con tanta fuerza en su pecho. Las lágrimas empezaron a salir.

—Manjiro...— Fue lo único que logro decir antes de romper en llanto.

Al frente suyo estaba Manjiro, su Manjiro, que se encontraba mirándolo con sorpresa. Con esos mismos ojos que tantas veces observo.

El rubio se acercó rápidamente para sostener a Takemichi antes de que perdiera el equilibrio. En ningún momento apartaron la mirada del otro. Negro contra azul.

Entonces se dio cuenta.

Lo llamó por su apodo.

—Sigues siendo un llorón.— Solo miraba a Mikey intentando secar las gruesas lágrimas que no paraban de salir. Riéndose de lo angustiado que se veía Takemichi.

I do it for Him/Them | MITAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora