El Plan

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Como dije, mi trabajo es muy estresante. Todos los años tengo que encontrar a dos almas gemelas, o los que sea que signifique eso, donde quiera que se encuentren y formular un plan para que se conozcan. No es nada fácil: hacerlos esperar y yo de igual manera también esperar por ese momento indicado para que se encuentren. Es algo complicado, requiere precisión, paciencia y mucha suerte. Demasiada para mi gusto.

Toca entonces planear todo y más importante, ponerlo en práctica. Lo más complicado siempre es lograr que se conozcan.

Primero necesito a Lucas solo, en mi experiencia las rupturas súbitas no suelen ser las más bonitas en cuestiones psicológicas; un amante que se desaparece sin palabras es igual de traumante que otro que muere. En ese mundo de animales, es difícil lograr manipular sus emociones y más aún, desconectarlas por ese breve momento que necesito para que se entrelacen.

Segundo, Sofía y Lucas se tienen que poder ver. No como en sus películas, aunque debo admitir que muchas de las cosas que se ven en ellas son inspiradas en mi trabajo pasado, esta vez no tengo el tiempo. Necesito ser forzoso, rápido y eficiente. Eso da espacio a que todo sea regado, pero, ¿cuándo el amor no es regado?

Tercero, determinar cómo y dónde; ¿por alguna red social?, eh, muy moderno. ¿En un restaurante de media noche, con las gotas de lluvia sincronizadas al corazón derrotado de nuestros dos amores, aprovechando el auge descontrolado de los pensamientos y la naturalidad humana, de actuar en sus emociones a base de melodías rítmicas que favorablemente les han inundado el espacio vacío para que no tengan otra opción que mirarse? No, eso no.

Aún tengo tiempo que pensar, pero hoy me limito a solo a las situaciones que se tienen que dar antes de que se encuentren. No lo más sistemático del mundo, pero me sirve por ahora. 

Sr. DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora