4 Instituto Arlington

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No pude dormir en toda la maldita noche y las razones eran más que obvias. Por un lado, la emoción de tener por fin mi empleo soñado me estaba carcomiendo, y por otro, la posibilidad de ver nuevamente al pequeño talentoso de Hugo y escuchar su voz me llenaban de nerviosismo. Bueno, eso de "pequeño" es un decir porque realmente no es un niño, aunque su inocente rostro aparente lo contrario.

Mi clase comenzaba a las ocho de la mañana en punto pero fui citado a las siete para una breve junta donde supuestamente nos darían la bienvenida a los nuevos elementos de Arlington. Llegué a las seis con cincuenta minutos a la sala de juntas de la dirección y estaba jugueteando con una pluma de tinta azul mientras esperaba a los nuevos profesores. Me fui con mi mejor ropa: una camisa a cuadros con corbata azul oscuro, pantalones de vestir beige sujetos con un cinturón de cuero negro, zapatos previamente boleados y un reloj metálico de manecillas cuyos números eran romanos.

Mi cabello a pesar de que es algo largo estaba peinado y quieto lo cual me sorprendió a mí mismo, ya que mis greñas son muy rebeldes. Faltaban cinco minutos para las siete de la mañana y vi entrar a un grupo pequeño de personas que se sentaron en las sillas alrededor de la mesa de juntas.

—Buenos días —me saludó cada quien, y yo correspondí a todos.

Detrás de todos los recién llegados venía el director que un par de días antes me había entrevistado.

—Buen día y bienvenidos sean todos —saludó—. Es un placer recibirlos y que se integren a nuestra prestigiada institución. Les entregaré a cada uno el reglamento de la escuela y cómo es la mecánica para impartir clases, las actividades extraescolares que tenemos y el calendario con los periodos semestrales, días de asueto y vacaciones. Si tienen alguna pregunta o comentario sobre el reglamento o el calendario, por favor háganmelo saber.

Lo primero que revisé fueron los periodos semestrales del calendario escolar el cual no me pareció fuera de lo común; los semestres estaban marcados en color amarillo, los fines de semana en azul y las vacaciones en verde claro. Justo cuando veía precisamente un fin de semana de abril, me llamó la atención que tenía una leyenda diferente a todos los demás que decía: musical de StarDream y de inmediato levanté la mano.

—Disculpe director, ¿qué es el musical de StarDream?

—Ah sí señor Miller —se volvió hacia mí—, es un show presentado por la academia de baile y canto StarDream. Tres veces al año hacen sus musicales y son exhibidos en el teatro de la escuela para los alumnos y el público en general. Dentro de dos semanas será el próximo pero no recuerdo el nombre; de todos modos creo que hay un par de alumnos aquí que pertenecen a esa academia, por si usted tiene intención de asistir.

—Pues sí, sería buena idea —respondí—, la música me gusta mucho.

—Qué bien. ¿Alguna otra pregunta?

Una chica más o menos de mi edad levantó la mano.

—Sí, ¿nos darán el material para las clases hoy mismo?

—Ah qué bueno que lo pregunta señorita, de eso quería hablarles —se aclaró la garganta el director—. Miren, ya hemos pedido los libros necesarios pero al parecer tomarán a lo mucho tres días en llegar; así que por favor les pido que durante ese tiempo y, basándose en los temarios recibidos, utilicen sus propios materiales para las clases. De antemano les ofrezco una disculpa pero hicimos todo lo posible porque los libros llegaran rápido pero el tiempo se nos vino encima, así que mientras les agradecería mucho que utilicen su ingenio e investiguen por lo menos los primeros temas de sus respectivas clases.

Todos los presentes asentimos sin decir nada, de todos modos no teníamos otra opción. Yo volví a levantar la mano.

—Disculpe pero como comprenderá es mi primer día como profesor y no estaba enterado sobre la situación de los libros, por lo tanto no creo dar por lo menos hoy una clase decente.

Mi querido HugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora